2 Corintios 13:8.- Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad.
Los seres humanos somos especialistas en inventarnos verdades. De hecho
nos atrevemos a colocar a Dios como el peor maestro de todos los tiempos,
porque queremos imponer nuestras “verdades” por encima de las que El determino
y decreto.
Y más en estos tiempos de ocio ocasionados por el confinamiento, en
donde si no buscamos en que ocupar la mente con cosas, actividades positivas,
edificantes, lo que sacaremos de esos momentos de ocio, ligados con el afán por
el mañana, la incertidumbre de lo que podrá suceder, serán verdades hechas a
nuestra medida, diferenciadas de las verdades de Dios.
Y hay una sola verdad. Hagamos lo que hagamos, la verdad es que Dios es
soberano. Y nunca podremos contra eso. Nadie tiene más poder que Dios. Nadie es
sobrenaturalmente creador como Dios. Y su verdad esta soportada, evidenciada en
lo que creo. No solo cielo y tierra y todo lo subsiguiente de los 7 días de la
creación. Esta soportada en lo que primeramente creo.
Colosenses 1:15.- Él (Jesus) es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda
creación. 16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los
cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean
dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y
para Él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él
subsisten;
Jesús es el primogénito de la creación y la creación subsiste, se
sostiene por medio de Él. Por lo que todos los que lo largo de la historia,
conocidos y desconocidos, eruditos, seudoteólogos y hasta ateos, han querido
desvirtuar estos hechos, en algún momento de su vida han tenido que rendirse
ante lo que Jesucristo es… La verdad.
Entonces mi pregunta, que manifiesta mi inconformidad con la gran
mayoría de la raza humana es… ¿Por qué luchamos contra esto?
Por siempre la historia, los hechos, han demostrado que Jesús es la
salida. Es la solución a cualquier situación por muy difícil que tengamos.
Inclusive la muerte. Jesús es la luz que puede sacarnos de la oscuridad de este
mundo. Jesús es el alivio inclusive ante el pecado no confesado… Es la
respuesta de lo que pasara hoy o en cualquier evento futuro.
Jesús tiene toda la sabiduría comprimida en 66 libros escritos,
resumidos en un solo manual que tiene como fin, disponer de la paz más que
duradera y firme en medio de las más difíciles prueba de la vida.
Mi siguiente pregunta es… ¿Por qué no lo aceptamos como verdad?
Simple… No la conocemos, que es decir no conocemos a Dios. No tenemos la
verdad como absolutamente cierta. Nos incomoda su verdad, porque nos muestra lo
que somos. Nos pone en evidencia y nos obliga a ceder ante el hecho de que un
día tendremos que aceptarla.
Porque no hay nada que Jesús no pueda arreglar. Pandemias, plagas,
matrimonios, familias destruidas. Falta de sustento, aflicción, temor o terror
exacerbado… Incredulidad, desprotección, soledad. Y repito, aun la muerte tiene
solución, porque todo el que crea en lo que Jesús es, aunque este muerto,
tendrá vida permanente y duradera en El.
Ninguna verdad humana puede, ni podrá ocultar la verdad y ante la cual
los apóstoles se rindieron.
Juan 6:68.- Le
respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida
eterna. 69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el
Hijo del Dios viviente.
Jesús es el Cristo, es la vida eterna… Esa es la verdad que se repite
día a día, momento a momento… No luchemos en contra, sino a favor… Porque nada
podrá contra ella.
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