Romanos 5:20.- Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;
Es sorprendente la capacidad que tiene el ser humano de reinventarse ante las situaciones extremas. Dios nos dotó para eso. Guardando las distancias con el creador, Él nos dio la capacidad creativa para que en determinadas, agobiantes y retadoras situaciones esa capacidad saliera a flote. Y para determinar el éxito de lo encomendado, garantiza su respaldo presencial en aquellos que se someten en obediencia y temor a su palabra.
La pandemia de hoy, el confinamiento obligado, las restricciones sociales, la crisis económica y el miedo hasta paranoico de algunos, nos ha llevado a inventar soluciones que nos permitan, no solo generar ingresos sino también ocupar el tiempo en algo que nos ocupe, que nos entretenga, sin dejar en algunos casos de ser edificante. Pero también en muchos otros casos, no aporta beneficios tan productivos. Por ejemplo… El muy de moda Tik Tok, da para publicar cualquier cosa en pocos segundos. Y así pasa igual con todas las redes sociales. Porque como dice un amigo… ¡El ocio pone a la gente creativa!
Por lo que tenemos de todo para entretenernos, pero también tenemos mucho tiempo para dedicarnos a nosotros. A auto-examinarnos, de manera de por lo menos sopesar el que cada día podremos ser mejor personas. Que es lo que más necesita este mundo... “Mejores personas”
Si hacemos esto último, llegaremos a la conclusión de que cada quien es un proyecto en ejecución, en el que habrá fallas, sin duda… Y en el que el cristiano al analizarse, aceptara el hecho de que todos somos pecadores. Y que la única manera de cambiar es que vayamos ante Dios y dejemos delante de Él, nuestro reconocimiento de lo que somos. Y para eso necesitamos a Jesús.
Jesucristo aparece en la escena mundial para confrontarnos en nuestra vida de pecado. Pero también como el único medio por el cual podemos ser limpiados en nuestro corazón y ser salvados.
Lo que no entiendo ni acepto, es como personas con tantas cosas que arreglarse en sí mismo, se ocupen de querer “arreglar” la vida de los demás “criticándolas”, “juzgándolas”. Sé que nunca faltará alguien así... Tolerantes con ellos, pero intolerantes con los demás… ¿Qué hacer?... Bueno mejor es preguntarse ¿Qué no hacer?.. Pues, lo mismo que ellos. Y llevar ante Dios a esas personas en oración, para que en su misericordia actué la gracia en ellos.
Y para los afectados les recuerdo… Somos pecadores, que no merecemos el perdón, pero Dios en su merced, actúa con la gracia que sobreabunda para el pecador que se arrepienta y confiese su pecado.
Y que nuestro Dios, que es Dios de todos, no es como el hombre… El hombre puede que no olvide… Pero Dios borra, erradica, olvida, aleja hacia el otro lado del planeta todo pecado confesado… Y es cuando llega el pacifico perdón… La tranquilidad absoluta de quienes saben que aun fallando, Cristo sigue siendo suficiente hoy para limpiarnos de toda maldad.
Por lo que no permita que el juicio desacreditado de otros, mine su esperanza y su confianza. Ningún hombre puede borrar el beneficio de la gracia en nosotros. Porque:
Romanos 5:8.- Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
¡ALELUYA!
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