SIEMPRE TU VOLUNTAD.

Mateo 6:10.- Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El cristiano debe preguntarse… ¿Cuál es tu voluntad Señor?. Y la respuesta la sabemos… Está en la Biblia. Y ante lo que pasa hoy en el mundo, debemos por nuestro bien, buscarla, escudriñarla. No hay nada más preciso que ella. Nada más acertado, nada más inequívoco que hacer la voluntad del Señor y que son las bases fundacionales de su reino… Y que pasa por ser obediente.

Y me gusta la versión lenguaje actual de Mateo 6:10.- “Ven y sé nuestro único Rey. Que todos los que viven en la tierra te obedezcan, como te obedecen los que están en el cielo”.  

Su reino se establece en cada vida cuando decidimos obedecer su voluntad… Cuando le damos la preminencia de su voluntad en nosotros… Que significa que primero que TODO, que primero que NADA es Dios.

Su voluntad hoy ante todas las incertidumbres de este tiempos, producido por la pandemia, es que no nos preocupemos por NADA. Porque Él es dueño de TODO, controla TODO. Y está dispuesto a Darnos TODO, incluye su paz, si Él es primero que NADA.

1Tesalonicenses 4:3a.- Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación…

El verso lo resume… Seamos santos. Y la única manera de serlo es que tratemos hasta el final de hacer su voluntad… ¿Cómo lo logramos?... Si dejamos que el Espíritu Santo que recibimos por gracia el día de nuestra conversión, cumpla con su responsabilidad de guiarnos a toda la verdad absoluta de su reino y a actuar justamente. ¿Cómo lo hacemos?... No apagando el Espíritu, no contristándolo… ¿Cómo?... Doblegando nuestro yo, nuestra incompetencia, nuestra incapacidad, nuestros argumentos, nuestros “No puedo”, nuestros “Yo sí puedo” y rendirnos ante su voluntad, que es su santa palabra. Y entonces seremos santos bajo la visión del reino de Dios.

Entonces, ¿Que hacemos hoy?.

NO SE PREOCUPEN POR NADA… DIOS TIENE CUIDADO DE SUS HIJOS, DE SUS SANTOS.

Ocupémonos de conocer su voluntad… Estar quietos, y lo conoceremos es una… Escuchar la palabra para que aumente nuestra fe, es otra… Guardar sus mandamientos y ponerlas por obra es la obediencia absoluta que trae como resultado el establecimiento del reino en nosotros y con ello viene todo los beneficios añadidos… Y solo con hacer su voluntad.

Salmo 40:8.-  El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón.