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Pedro 5:6.- Por eso, sean
humildes y acepten la autoridad de Dios, pues él es poderoso. Cuando llegue el
momento oportuno, Dios los tratará como a gente importante. 7 Así que pongan
sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.
1
Pedro 5:7.- Echando toda vuestra
ansiedad sobre él, porque él tiene
cuidado de vosotros.
Otro lunes... Otra nueva
semana... ¿Cómo será?
No hay que ser adivino... Solo
hay que ser lógico... En Venezuela, ya sabemos cómo será. Una lucha, un
sobreesfuerzo diario Por llegar al siguiente lunes. Una semana en donde no faltara,
tal como la sal a cualquier comida, un condimento ya tradicional en el
venezolano, que se siente, se ve. Y si no fuera etéreo, incorpóreo, se tocaría.
No faltar... ¡La ansiedad!.
Y comprendo y hasta acepto la aflicción
de los venezolanos. Son tantas cosas que nos han pasado en el último tiempo y
que no tengo duda de que seguirá pasando... Pero lo que no comprendo y no
acepto, es que muchos olvidan que si llegamos a este nuevo lunes... Es porque
Dios, con su autoridad, su poder y también con su fidelidad y su misericordia...
Ha cuidado de nosotros.
Algo, si estoy seguro, es que si habrán
cosas nuevas... Habrá formas nuevas con las que Dios nos sorprenderá en el
sustento día a día... En el cuidado de cada segundo... En recordarnos maravillosamente,
que El sigue siendo Dios a pesar de nuestras preocupaciones, aun a pesar de
nuestro olvido... que El sigue siendo Dios.
Y Volverá a pasar. Al final de la
semana veremos otro nuevo lunes, con todo y nuestra incredulidad y hasta
nuestra falta de humildad. Pero será lunes nuevamente. Y aun con nuestro
olvido, con nuestra ansiedad a cuesta como una carga bien pesada, alojada en el
corazón y la mente. Sabiendo que haremos lo mismo que en las semanas
anteriores, con la plaga, la inestabilidad emocional, la falta de fe, el olvido
divino, pero a la vez con los malos recuerdos... Hay una verdad como el
cielo... Para fortuna de nosotros... Dios estará al cuidado.
Lo mejor... Si sabemos que ha
sido así, démosle otra oportunidad a Dios. O mejor, démosle todas las
oportunidades a Dios. Y esa carga que lastra pesadamente nuestra vida, Entreguémosla
como un permanente ejercicio espiritual al Dios cuidador.
Y haga más. Dígale en una
conversación que para muchos parecerá inútil... Dígale en una oración...
Dígasela...
“Dios te encomiendo mi camino de
esta semana, confiado en que tu harás lo mejor” (Salmo 37:5)
“Dios, estoy afligido y te
necesito. Tenme presente... Solo Tú puedes ayudarme y liberarme... No te tardes por favor, llega pronto” (Salmo 40:17)
“”Dios ante Ti, esta todo lo que
hare... Haz que se cumpla tu voluntad” (Proverbios
16:3)
“Dios, toma todas las cargas, mi
ansiedad... Susténtame. No permitas que yo, tu hijo siga afligido” (Salmo 55:22)
“Dios, mi Dios... Reconozco con
humildad que tienes el control de cada vida en este mundo. Reconozco Tu nombre,
Tu poder, Tu autoridad ante cada evento presente y futuro. No me preocupare por
nada... No me afanare... Confiare en Ti... Solo esperare en Ti... Esperare Tu
momento en mi. Porque sé que soy importante para Ti. Te dejo toda la carga,
todo lo que me pesa... Tú sabes mejor que nadie, lo que harás con ella... Y
gracias por cuidarme siempre” (1 Pedro
5:7)
¡Gracias
Dios por ser Dios!
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