Génesis 15:1.- Tiempo después, el SEÑOR le habló a Abram en una visión y le dijo: No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande.
Se vale creer... Se vale soñar... Se vale esperar...
Tiempos de pandemia… Tiempo para aprovechar de hacer cosas que no hemos hecho… Y en el lugar que estoy , disfruto lo que hago… Y una de las cosas que he hecho, es que me tomo un tiempo para entretenerme de buena manera… Netflix, películas, series… YouTube, predicas y testimonios reales de sueños cumplidos… Y veo como personas con condiciones especiales logran llegar a presentarse en concursos prestigiosos… Dos ancianos haciendo pruebas de resistencia increíbles para su edad… Niños prodigios interpretando canciones de adultos en tonos que no se pueden explicar… O sordomudos, ciegos tartamudos, personas discapacitadas que tocan instrumentos musicales y ¡cantan!... Como cualquier persona normal… Gente con historias de lucha, de adversidades, de temores. Y todos manifiestan que querían cumplir su sueño. Y muchos lo hicieron hasta sin Dios... Solo creyendo en ellos mismos.
Al igual que Abraham, el padre la fe, los cristianos tenemos a un Dios que sigue siendo el mismo. Y que nos anima a tener grandes sueños, luchar por ellos, sin desmayar. Y no debemos disfrazar esa verdad porque estemos viviendo lo que vivamos. Dios es fiel... Créalo y aunque pareciera que faltara el pan en la mesa... Aunque parezca que nuestra familia no se rinda ante Dios... Aunque todo indique que la pandemia continuará... Aunque nos digan que el país no cambiará... Aunque nos difamen... traicionen... Aunque haya temor... Aunque caigamos y creamos que no nos levantaremos... Aunque todo indique que nada pareciera ir bien. Aunque traten de menospreciar nuestro sueño… Recuerda tu pasado en el Señor, como nos ha sustentado, nos ha ayudado, nos ha protegido… Como nos ha cuidado de manera sobrenatural. Cómo ha cumplido nuestros sueños, como se ha glorificado cada dia de nuestra vida...
Vale entonces, seguir creyendo… Seguir confiando… Seguir soñando... Seguir luchando... Seguir esperando... Porque los sueños en el Señor se cumplen...
Habacuc 3:17-18.- Aunque las higueras no florezcan y no haya uvas en las vides, aunque se pierda la cosecha de oliva y los campos queden vacíos y no den fruto, aunque los rebaños mueran en los campos y los establos estén vacíos,
18 ¡aun así me alegraré en el SEÑOR! ¡Me gozaré en el Dios de mi salvación!
Sin duda... Sueñe... Dios cumplirá.
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