Tito 3:3.- Antes,
nosotros mismos éramos ignorantes y desobedientes, y andábamos perdidos. Para
divertirnos, hacíamos todo lo malo que se nos ocurría. Éramos malvados y
envidiosos, y esclavos de esos malos deseos. Todo el mundo nos odiaba, y
nosotros también odiábamos a los demás. 4 Pero Dios, nuestro salvador, nos
mostró que él es bueno, y que ama a todo el mundo, 5 y nos salvó. Pero no lo
hizo porque nosotros hubiéramos hecho algo bueno, sino porque nos ama y quiso
ayudarnos. Por medio del poder del Espíritu Santo nos salvó, nos purificó de
todos nuestros pecados, y nos dio nueva vida. ¡Fue como si hubiéramos nacido de
nuevo! 6 Gracias a Jesucristo, nuestro salvador, Dios nos dio el Espíritu
Santo. 7
Por su gran amor, Dios nos aceptó y nos dio la seguridad de que tendremos la
vida eterna tan esperada.
Solo Dios transforma… Solo Dios cambia… Y lo hace porque es bueno
y nos ama. Y usa el Espíritu Santo que recibimos por gracia a través de la fe
en Jesús. Y esa fe nace de la aceptación del sacrificio de Jesús en la cruz y
creer que resucitó. Y así como la resurrección es un hecho sobrenatural,
conceptuado como un milagro, así mismo es el que, el Espíritu Santo esté en
nuestro corazón para realizar el mayor milagro… Cambiarnos para una nueva vida.
Eso también es sobrenatural. Y no lo puede hacer el hombre natural… Por lo que
el hombre no cambia a nadie… Ni siquiera tiene la capacidad de salvarse a sí
mismo… Y si no se salva por su cuenta, tampoco cambiará por su cuenta.
“El
cambio para salvación lo hace el Espíritu Santo, por medio de la fe en Jesús,
gracias a su obra redentora, que nos justifica delante de un padre que nos ama
tanto y es misericordioso y bueno en gran manera y por siempre”.
¿Qué le corresponde el hombre?.. En primera persona… Tener el deseo de
salvarse al punto de hacerlo su necesidad. Y aceptar la salvación de manera
voluntaria. Y si lo hace una obligación, que sea lograda por esa misma
necesidad de cambiar para bien, de tener una nueva vida en Cristo.
¿Qué le corresponde al hombre salvo para con terceras personas?... Ser
tolerantes, pacientes… Aceptar a las personas como son, predicarles el
evangelio, dar testimonio mostrando el cambio en nosotros… Y no incomodarnos
porque las personas no cambian… El cambio solo lo hace el espíritu santo y
punto… Oremos por todos los hombres, demos la palabra a tiempo y fuera de
tiempo… Sembremos el evangelio y cosecharemos almas para el Señor… Hagámoslo
siempre, sin cansarnos, porque Dios nos dará la recompensa al no desmayar en el
intento… y con el tiempo nos regocijaremos por el alma salvada… Esto hacer
tesoros en el cielo.
Perseveremos en la fe. Cumplamos con el propósito, con la gran comisión…
No decaigamos por lo que pasa en el mundo. Hoy es la pandemia, mañana
será otra situación. Siempre habrá algo. Aun así, debemos perseverar en
servirle, en guardar fielmente sus mandamientos. Si creemos en Jesús de
corazón, tenemos la certeza del Espíritu Santo en nosotros… Y el que nos dio el
poder, el que nos salvó, nos fortalecerá, nos guardará, nunca nos dejará, no
hay desamparo en El. Dios nos sustentara con abundancia de pan y bienes. Nos
librará del maligno, de toda enfermedad… Lo dice su palabra:
Éxodo 23:25.- Mas a
Jehová vuestro Dios serviréis,(Obedeceréis) y él bendecirá tu pan y tus
aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
¡¡¡Aleluya!!!
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