Mateo
12:7.- Y si supieseis qué significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes;
Dios es misericordia... Y es lo
que hace para con sus hijos. Y quiere que con su ejemplo, manifestemos esa
misma misericordia hacia los demás, aun si no se lo merecen.
Porque esa es la misericordia... “Es
la inclinación a sentir compasión por los que sufren y ofrecerles ayuda”... “Es
el favor, es la consideración hacia alguien, que a todas luces no se lo merece”...
Y Jesus lo enfatizo en aquella parte de la historia en que fue cuestionado por
los fariseos al sentarse a comer con pecadores y publicanos y en la que declaro:
Mateo
9:13.- Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia
quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a
pecadores, al arrepentimiento.
Hoy, en los tiempos finales de la
humanidad, en medio del pánico generalizado venido del temor a una plaga que
azota los cuerpos y en especial de la mente de la mayoría los hombres,
desviamos el mensaje central del evangelio.
“Arrepiéntanse para el perdón de
sus pecados”.... “El que crea en Jesus, tendrá salvación y vida eterna”...
“Jesus vino a buscar a los pecadores, como somos todos, para que se arrepientan
y crean el mensaje de salvación”... “Jesus murió, a favor de la humanidad, hizo
de misericordia para que tuviéramos esperanza en esta vida y en la venidera”
Llevar el mensaje de las buenas
de salvación, es hacer de misericordia... Hermanos míos, concentrémonos en eso...
Llevar el mensaje a todo ser humano... No es tiempo de cerrar nuestro corazón
al amor... Es el tiempo de abrirlo por completo y demostrar el amor que debemos
tener hacia nuestro prójimo. Y la forma de hacerlo es cumplir con pasión,
ganas, con denuedo y hasta con necesidad, la misión de llevar el mensaje de
salvación.
Es necesario... El tiempo se
acaba... El reloj del mundo sigue corriendo.... ¿Amamos a Dios?... ¿Amamos a
las personas?... Hagamos de misericordia. Hagámoslo por amor al Dios que nos
amo primero... Que mostro su amor para con nosotros, al encarnarse en el cuerpo
de Jesus, montarse en una cruz, y dar el ejemplo del mayor acto de piedad, de compasión,
de misericordia, como nunca se había hecho, ni se hará en toda la historia de
la humanidad...
Y lo hizo porque nos ama... “Y nada, ni nadie nos podrá separar de ese amor que es en
Cristo Jesús, señor y Dios nuestro”...
Es la misericordia... Y eso es
Dios.
Efesios
2:4.- Pero Dios, que es rico en misericordia, por su
gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio
vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
Si somos salvos... Ayudemos a
salvar almas... Es la misión. Siempre lo ha sido... Y hagámoslo por
misericordia... Es el tiempo... Ya no queda tiempo.
¡¡¡Misericordia quiero y no
sacrifico!!!
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