Proverbios
1:8-9.- Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies (abandonen, rechacen, desechen) la dirección de tu
madre; 9 Porque
adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello.
Definitivo e incuestionable... ¡Madre
es una sola!... No hay amor como el de una madre... Es único... Tan único que
cada hijo tiene una sola madre... Se parecen entre si, Pero es única para cada hijo.
Mi historia es como la de todos y
la de muchos... Tuve una excelente madre. Y... Ahora no la tengo....
Estuvo presente durante mis
primeros 32 años de vida... Pero, un día se fue... Desde hace 27 años está en
el mejor lugar que alguien pudiera estar... ¿La extraño?... Por supuesto...
Nadie ha podido suplir ese amor... Ni podrá... Su afecto, su incondicionalidad,
su sacrificio... Mi madre era especial... Dio todo lo que tenia... Dio todo el
100% de lo que tenía... No podía dar más...
Velaba, se trasnochaba por nosotros, sufría, lloraba, sea alegraba en
nosotros... Hablaba muy poco... pero mostraba, entregaba todo... Vaya si lo
hacia... ¿Quisiera que estuviera aquí?... ¡Por supuesto!... Sería un gran
ejemplo... Educo durante 29 años a tres hijos... Sola...Nunca la escuche
quejarse, hablar mal de su frustrado matrimonio, ni de nadie... Nunca la vi llorar
por su desolación... Pero si vi su cansancio, su inconformidad (Fueron muy
pocas veces)... Todo lo hacía en silencio... no era nada verbal... ¿Nos dio
mucho?... Lo necesario... No sobraba, pero teníamos lo necesario... ¿Buen
ejemplo?... El que mas... Súper trabajadora... Cumplía las leyes... Cuidaba a
su madre. A mi abuela, otro ejemplo de madre, que crio sola, nada más que a 10
hijos... Mi madre, respetaba a sus hermanas... ¿Consentidora?... Si... Tragaba
grueso ante nuestros errores... Pero se gozaba, se enorgullecía en nuestros
triunfos, que eran de ella... Era mi mama... No tenía otra.
Por eso hoy, la honro de la mejor
manera, diciéndole a los que leen esto...
Por favor a ustedes que leen... Por favor...
Amen a
sus Madres
Aprecien su esfuerzo, imiten su
mejor ejemplo... Y sean ejemplo para sus hijos... Para que ellos las honren... Por
lo que no la menosprecien... No las cuestionen... No la desobedezcan... Porque
lo pagaremos... ¿Cuándo?... Frente a su tumba... Me paso a mi... En ese momento...
Ante su cuerpo, inerte, frio... Recordé mi desobediencia, mi rebeldía... también
mis engaños... Yo. No conocía de Cristo... No sabía nada de la palabra de
Dios... Y aun así, me sentí tan miserable.
Ese día me di cuenta, que no fui
el mejor hijo... Pude ser el mejor... Ella enfermo, y aun así, dio su vida
entera por criarnos, por educarnos, por enseñarnos, por protegernos, por
amarnos... Y yo allí, parado frente a un cuerpo que conocía pero que ya no
escuchaba... En ese momento, solo atine a decir... ¡Perdón Mama!... Pero, ya no
había tiempo... Era tarde, muy tarde... Los te amo y te quiero, las rosas, las
lagrimas... Solo eran para mí, porque ella... Ya no estaba...
Mi consejo hoy... El mejor
consejo para ustedes hoy, que hay tiempo, es...
Amen a sus
Madres...
Escúchenla... Denle la mejor
atención... Consiéntanla, no solo hoy... Siempre... Ella nos consienten todo el
tiempo... Por lo menos, correspondamos igual porque algún día, se ira... No
estará... Y ya no habrá tiempo... Solo hay una... no habrá mas... Y mientras
Dios nos dé el privilegio de tenerla...
Honren a
sus Madres...
Aprécienla... Denle su valor... Obedézcanla,
tomen a cuenta sus consejos... De hacerlo, dice Dios que...
¡Nos irá
bien!... ¡Y tendremos una muy larga y fructífera vida!...
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