Efesios
5:15.- Cuiden mucho su conducta y no
procedan como necios, sino como personas sensatas 16 que saben aprovechar bien
el momento presente, porque estos tiempos son malos. 17 No sean irresponsables,
sino traten de saber cuál es la voluntad del Señor.
Definitivamente son tiempos
malos... Tiempos de incertidumbre, de oscuridad, de negación, de queja, de
lamento y hasta de falta de fe, de desesperanza... Es lo que se ve y se siente.
Cautivos por un sistema que nos
obliga a “Quedarnos en casa”, so pena de ser sancionados por las autoridades, a
costa de impedir el contagio y la expansión de la peste que predomina a nivel
mundial.
No sabemos cuándo, ni como
saldremos de esta situación... Pero algo tengo por seguro... Algún día
acabara... Todo lo que empieza tiene un fin... Y mas allá de las deducciones
lógicas, de las elocuraciones ilógicas que tratan de justificar lo que no se
sabe, ni se entiende del momento... Mas allá de las predicciones y los análisis
políticos, científicos, teológicos, humanistas, altruistas y hasta
irresponsables que predominan en este tipo de situación... Hay una realidad...
¡Hay un
tiempo que aprovechar!
No tenemos de otra... O le
buscamos el provecho a esto, o definitivamente morimos en el intento.
Y sea que vivamos o que muramos,
mientras algo definitivo llega... Hagamos algo bueno con el tiempo.... Actuemos
sensatamente...
Y escribo esto para todo el
mundo, pero en especial a los creyentes en Cristo... A los que dicen que aman a
Dios... Porque algo bueno debe salir de esto... Y la palabra de nuestro Dios,
dice que en los días malos aprovechemos el tiempo para saber cuál es su
voluntad.
Y es tan fácil averiguarla... Porque
solo necesitamos “ganas” de averiguarla... Porque se tiene el tiempo para
hacerlo. Ya no hay excusas, hay tiempo... Se tiene el medio para averiguarlo...
¡La Biblia! (Es en la Biblia y no en otro lugar que esta la voluntad de
Dios)... Se tiene la forma de hacerlo, con solo dirigir la mirada hacia “la Biblia”...
En otras palabras, solo necesita leerla... Y pasara que de seguro, que lo que
lea alimentara su fe, lo fortalecerá, entenderá el momento, le dará paz... Lo
que lea lo instruirá, lo instara a cambiar... Y si acepta racionalmente, lo que
lea y aplique a su vida, cambiara su manera de pensar y reflexionara sobre la
forma de cómo está viviendo este momento, de cómo esta desaprovechando de muy
mala manera este momento.... Cuando debemos aprovecharlo para conocer el
pensamiento, el propósito, el deseo, el anhelo de Dios... Conocer a Dios y
saber con certeza y firmeza, cual es su voluntad.
¿Qué espero yo?... Espero que cuando
nos reunamos nuevamente como iglesia, de manera pública y abierta, escuchar las
experiencias de los creyentes de cómo conocieron a Dios en medio de esta
dificultad... De cómo apreciaron mas a la familia con quien viven... De los
amigos y vecinos con los que compartieron lo que conocieron de Dios... De los
momentos en que consolaron a las personas temerosas de la muerte, al hablarles
de un Cristo protector, milagroso y salvador... Un Cristo que prometió estar
con nosotros, acompañándonos en este mar de tormentas e incertidumbre, que no
será el último, pero que si entendemos el tiempo actual, seguro que tendremos
una mejor perspectiva cuando vengan “Nuevos días malos”... Porque algo tengo
seguro... Los días malos volverán.
¿Que espero yo?... Escuchar a los
verdaderos creyentes que sin anteponer excusas, aprovecharon, redimieron el
tiempo, en conocer cuál es la voluntad de Dios y se aseguraron que
definitivamente es buena, agradable y perfecta.
¿Que espero yo?... Escuchar que
en medio de la escases del momento, Dios hizo cosas más sobreabundantemente de
lo que pedimos y esperábamos.
¿Qué espero Yo?... Escuchar con
alegría a las personas que aprovecharon este tiempo, decir... ¡Gracias
Señor!... ¡Qué bueno eres!
¿Que espero yo?... Escuchar con
júbilo, gozo, y alegría... Que aunque el mañana pareciera incierto, aunque no
se vislumbraba la solución inmediata, aunque pareciera que el sustento no
alcanzaría y la muerte podría tocar a nuestra puerta... ¿Qué espero yo?... Espero,
es mi anhelo y mi deseo, escuchar en los verdaderos creyentes las palabras del
profeta Habacuc...
Habacuc
3:17.- Aunque la higuera no florezca, Ni
en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados 2
no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas
en los corrales; 18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios
de mi salvación.
¡Aleluya!...
¡Viva el REY!
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