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sábado, 30 de mayo de 2020

LAS 3 P


Santiago 1:19.- Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar,  tardo para airarse; 20 porque en la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Qué difícil es quedarse callado... Y más en estos tiempos... Siempre hay algo que decir... Todo se presta para hablar, hablar y hablar...
Cuando después de 70 días en confinamiento obligado, es casi seguro que en cualquier conversación este latente la tensión. Y allí está el problema... En que durante una conversación alguien interrumpa y no en buenos términos, el derecho a palabra del otro. Cuando no es correcto, ni el tono, ni el modismo, ni quede clara la intención de la palabra, es muy probable que aparezca de manera violenta el enojo... Y con el enojo en escena, podríamos ser más hirientes y llevarnos a un altercado verbal, que abunda muchísimo, con el consiguiente peligro de convertirse en altercado físico. Y en la contienda, el enojo... En la ira, Dios no está presente. Entonces, estamos por nuestra cuenta.
¿Qué hacer?... Bueno, el verso lo dice... Y lo repetiré en otra versión.
Santiago 1:19.- Recuerden esto, queridos hermanos: todos ustedes deben estar listos para escuchar; en cambio deben ser lentos para hablar y para enojarse. 20 Porque el hombre enojado no hace lo que es justo ante Dios.
Yo vivo permanentemente en una autocritica... Porque tiendo con frecuencia a hablar demasiado. Y aunque en mis palabras siempre trato de que la biblia esté involucrada en el asunto, en algunos casos he tenido problemas... Porque interrumpo conversaciones... Corto el derecho legitimo de una persona a expresarse. Y sin darme cuenta me convierto en necio... Y la biblia lo dice en:
Proverbios 18:13.- Es una necedad y una vergüenza responder antes de escuchar.
Y el necio se mete en problemas... Y es difícil porque no soy perfecto... más bien en este tema soy imperfecto... Dominar la lengua es tan difícil... Y la biblia lo dice también... “El que domina la lengua, es varón perfecto”...  Difícil la cosa, no... Por lo que decidí, hace algún tiempo hacer algo al respecto... Practicar el silencio.
Y ensaye varios métodos hasta que conseguí uno, que ha ido funcionando y se lo he recomendado a todo el que me consulta... lo llamo... “Las 3 P”.
Cuando esté involucrado en alguna conversación e inclusive en una situación donde esté latente, amenazante la violencia de los actos...practique esto:
1.       Haga una “Pausa”, respire profundamente.

2.       “Piense”... Laaaaargamente antes de hablar.

3.       Haga una “Plegaria”... Ore y bastante, comuníquese con el cielo... Pregúntele a Dios en silencio, en ese momento, que quiere Dios que haga o responda.
En muchas oportunidades, he optado por no responder nada... Créale a Dios que el método funciona...  Evitara decir palabras inadecuadas, evitara la contienda... Y lo mejor, las personas tendrán una buena opinión de usted... Dirán “El tal, sabe escuchar”.
Y si en algún momento el conversante actúa violentamente, le doy otro consejo... “Huya de allí”... Lo dice la biblia también en:
Proverbios 22:3.- El prudente (Sabio) ve el peligro y lo evita; el imprudente sigue adelante y sufre el daño.
Proverbios 14:16.- El sabio teme al mal y se aparta de él, pero al necio nada parece importarle.
Y... “El necio hasta cuando calla es tomado por sabio”.
Simple... Seamos sabios, con la sabiduría de Dios.



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