Santiago
1:19.- Por esto, mis amados hermanos,
todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20 porque en la ira del
hombre no obra la justicia de Dios.
Qué difícil es quedarse
callado... Y más en estos tiempos... Siempre hay algo que decir... Todo se
presta para hablar, hablar y hablar...
Cuando después de 70 días en
confinamiento obligado, es casi seguro que en cualquier conversación este
latente la tensión. Y allí está el problema... En que durante una conversación
alguien interrumpa y no en buenos términos, el derecho a palabra del otro.
Cuando no es correcto, ni el tono, ni el modismo, ni quede clara la intención
de la palabra, es muy probable que aparezca de manera violenta el enojo... Y con
el enojo en escena, podríamos ser más hirientes y llevarnos a un altercado
verbal, que abunda muchísimo, con el consiguiente peligro de convertirse en altercado
físico. Y en la contienda, el enojo... En la ira, Dios no está presente. Entonces,
estamos por nuestra cuenta.
¿Qué hacer?... Bueno, el verso lo
dice... Y lo repetiré en otra versión.
Santiago
1:19.- Recuerden esto, queridos
hermanos: todos ustedes deben estar listos para escuchar; en cambio deben ser
lentos para hablar y para enojarse. 20 Porque el hombre enojado no hace lo que
es justo ante Dios.
Yo vivo permanentemente en una
autocritica... Porque tiendo con frecuencia a hablar demasiado. Y aunque en mis
palabras siempre trato de que la biblia esté involucrada en el asunto, en
algunos casos he tenido problemas... Porque interrumpo conversaciones... Corto
el derecho legitimo de una persona a expresarse. Y sin darme cuenta me convierto
en necio... Y la biblia lo dice en:
Proverbios
18:13.- Es una necedad y una vergüenza
responder antes de escuchar.
Y el necio se mete en
problemas... Y es difícil porque no soy perfecto... más bien en este tema soy
imperfecto... Dominar la lengua es tan difícil... Y la biblia lo dice
también... “El que domina la lengua, es varón perfecto”... Difícil la cosa, no... Por lo que decidí,
hace algún tiempo hacer algo al respecto... Practicar el silencio.
Y ensaye varios métodos hasta que
conseguí uno, que ha ido funcionando y se lo he recomendado a todo el que me
consulta... lo llamo... “Las 3 P”.
Cuando esté involucrado en alguna
conversación e inclusive en una situación donde esté latente, amenazante la
violencia de los actos...practique esto:
1. Haga una “Pausa”,
respire profundamente.
2. “Piense”...
Laaaaargamente antes de hablar.
3. Haga una “Plegaria”...
Ore y bastante, comuníquese con el cielo... Pregúntele a Dios en silencio, en
ese momento, que quiere Dios que haga o responda.
En muchas oportunidades, he
optado por no responder nada... Créale a Dios que el método funciona... Evitara decir palabras inadecuadas, evitara
la contienda... Y lo mejor, las personas tendrán una buena opinión de usted... Dirán
“El tal, sabe escuchar”.
Y si en algún momento el
conversante actúa violentamente, le doy otro consejo... “Huya de allí”... Lo
dice la biblia también en:
Proverbios
22:3.- El prudente (Sabio) ve el peligro
y lo evita; el imprudente sigue adelante y sufre el daño.
Proverbios
14:16.- El sabio teme al mal y se aparta
de él, pero al necio nada parece importarle.
Y... “El necio hasta cuando calla
es tomado por sabio”.
Simple... Seamos sabios, con la
sabiduría de Dios.
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