Marcos
4:39.- Jesús se levantó y ordenó al
viento y al mar que se calmaran. En seguida el viento se calmó, y todo quedó
completamente tranquilo.
Que terrible e impredecible es la
posición del ser humano al nacer en un mundo en donde sufriremos de
enfermedades, hambre, violencia, sed, rechazos, vilipendios, traiciones,
desengaños, y... Miedo.
Y más terrible es saber que
muchos no cuentan con la capacidad, el coraje y la valentía para
enfrentarlas...
Toda nuestra vida, viviremos
conscientemente de que en algún momento surgirá un problema que desequilibrara
aunque sea por un momento, la vida... Y no hay garantías de que esto no suceda.
Los problemas estarán... Siempre. Porque ellos forman parte importante del
carácter del mundo.
La aflicción campea en cualquier
lugar buscando la victima propicia para atormentarla. Y siempre consigue a más
de un incauto, que comprara su oferta... Que a sabiendas que vendrá algún
problema, aun así, no se prepara para enfrentarlo.
Y para algunos, que si están
claros, dirán... ¡Esta Jesus!... Cierto... Si lo esta... Siempre esta. Pero aun
estando Jesus, los problemas, o mejor decimos las tormentas de la vida... Siempre
estarán...
El verso de hoy, muestra como
Jesus con una sola palabra calmo la tormenta que amenazaba con acabar la vida
de los discípulos... Ellos estaban aterrorizados por lo que pasaba a su
alrededor... Un mar en tempestad, con olas que los tapaban... No era para menos
que los inundara el miedo... Pero lo más sorprendente de todo es que estando
Jesus con ellos, sintieran ese temor... Porque venían de una larga travesía de
milagros... Entre ellos el de la multiplicación de los panes y los peces... hechos por el mismo Jesus que dormitaba
tranquilo en un lado de la barca... Y ante el llamado de los discípulos, solo
dijo... ¡Calma!
Y de allí, imagino a un Jesus, aun
más tranquilo... Porque era manso, diciendo:
Marcos
4:40.- Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: ¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí?
El hecho de que Jesus esté con
nosotros no significa que las tormentas no vendrán. Pero, solo debemos tomar en
cuenta que Jesus esta en la barca y el puede calmar cualquier tormenta que atemorice
nuestra vida.
Dice el:
Salmo
23:4.- Aunque pase por el más oscuro de
los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara
y tu bastón (cayado) me inspiran confianza (Fe).
Solo tengamos confianza en que lo
hará... Su palabra lo respalda... su vida lo garantiza... Jesus esta a cargo...
¡¡¡El está
vivo Hoy!!!...
Por El estamos vivos hoy... Por
El, gracias a El hemos superado todas las tormentas que se han presentado...
Porque siempre esta... Así no lo miremos, lo olvidemos, lo menospreciemos...
Asi nos falte la fe en algún momento...
El esta a un lado... Tranquilo, reposado, presto a responder ante la
primera llamada de auxilio... Para que cuando lo buscamos. Solo al mirarlo... Debemos
sentir calma... Debemos tener Paz.
Solo confiar... Solo creer “Que Jesus
hará por nosotros... Lo que nosotros no podemos hacer por nosotros mismos”
Jesus está en la barca de su vida...
Porque temer, cuando solo:
Hebreos
12:2.- Fijemos nuestra mirada en Jesús,
pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona.
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