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domingo, 13 de septiembre de 2020

TODOS SOMOS DÉBILES

 


Romanos 14:1 [TLA].- Reciban bien a los cristianos débiles, es decir, a los que todavía no entienden bien qué es lo que Dios ordena. Si en algo no están de acuerdo con ellos, no discutan.

Romanos 15:1 [RV60].- Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.


Hace tiempo llegué a una conclusión... "En el amor de Dios debemos soportarnos y aceptarnos unos a otros" De lo contrario la esencia del ser de la iglesia se perderá.
Somos seres sociables que aunque fuimos creados como entes solitarios, hubo participación humana con aprobación e intervención divina. Y Jesús creo una sola iglesia, lo que la convierte en un ente multisocial, en la que los que estamos dentro, los que somos parte de ella, a través de nuestra confesión de fe, debemos aceptarnos primero a nosotros mismos y luego a los demás. De manera de coayudarnos entre todos y para que teniendo la palabra como estandarte o guía principal de nuestros actos, instarlos a cambiar para ser mejores personas, mejores familias, mejores sociedades. Mejores naciones.
Pero todo eso pasa por desechar  aquello que nos separa como seres humanos. Raza, color, estatus social, creencias individuales. Los defectos de los demás, las diferentes doctrinas o denominaciones religiosas, presbiteriano, metodista, luterano, mormón, adventista, asambleísta, bautista y muchas otras vertientes más, atentan permanentemente contra la unidad eclesiástica y nos alejan de ser una única iglesia en torno a Cristo. De un Cristo que se reunió con pecadores y publicanos, demostrando que no hace acepción de personas. Que nos ve a todos con el mismo amor, para darnos por igual las mismas oportunidades de salvación.
Un Cristo que dejó decretado con su resurrección, el libre acceso que todos tenemos al trono de la gracia y a la salvación que gano para la humanidad. 
El hombre puede fijar sus normas  de aceptación, pero Jesús nos hizo aceptos ante Dios y destruyó toda forma de división humana.
La iglesia está en peligro, siempre lo ha estado. Y en la iglesia, siempre seremos débiles en algo y aun creyéndonos fuertes, seremos inferiores a otros en fortaleza. Y entendamos que una iglesia que está cimentada en Cristo nunca podrá ser  destruida. Que su fortaleza depende precisamente en darle la mano al débil. Recibiendolo no para discutir, ni hacerlo sentir menos que nadie y que nada, olvidándonos que nosotros, todos, estuvimos en algún momento en posición inferior y que aun seguimos siendo prójimo.
Por lo que tengamos conciencia en lo que somos ahora y ayudemonos unos a otros en los procesos de transformación que todos debemos vivir. Ayudándonos a que se incremente la fe. Y se cumplirá lo que dice en efesios 4... "Ser una sola iglesia".
Aceptemos lo que somos, aceptemos a los demás. Desde la posición que estemos, ayudemonos unos a otros, siempre. No nos critiquemos. No nos rechacemos. Mirémonos siempre en retrospectiva. No sembremos algo que de seguro cosecharemos.Y la iglesia tendrá su razón de ser, crecerá en amor hasta llegar a la estatura del Cristo que la gesto y la guardo al punto de dar su vida por ella. Y que por amor, otra vez, por ella regresara.

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