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jueves, 19 de julio de 2018

OBEDECER Y LUEGO ENTENDER


Juan 1:4.- En él estaba la VIDA, y la vida era la luz de los hombres.
Juan 11:25.- Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la VIDA; el que cree en mí,  aunque esté muerto,  vivirá. 26  Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Juan 14:6.- Jesús le dijo: Yo soy el camino,  y la verdad,  y la VIDA;  nadie viene al Padre,  sino por mí.
Juan 6:48.- Yo soy el pan de VIDA.
Juan 6:35.- Jesús les dijo:  Yo soy el pan de VIDA;  el que a mí viene,  nunca tendrá hambre;  y el que en mí cree,  no tendrá sed jamás.
¿Quién es este Jesús que dice que es la vida?. Que es pan, el agua, la luz, el camino, la verdad. Si de este lo que se conoce es que es hijo de un carpintero... Si es de Nazaret. Y de allí no sale nada bueno... ¿Quién es este Jesus?... Como creer.
Así pasa con los hombres somos escépticos por naturaleza. Nos cuesta creer así veamos. Porque ni viendo creemos.
Este Jesus paso una buena parte de su vida haciendo cosas para que creyeran en lo que EL decía. Sano enfermos, hasta leprosos, resucito gente que estaba muerta. Donde El llegaba siempre había para comer, para beber. Había seguridad, confianza, consuelo y lo mejor había paz.
 Y el solo pedía que creyeran en EL. Porque la mejor vida era la que tendríamos si obedecíamos lo que el enseñaba y aconsejaba.
El dijo:
Juan 14:1.- Poco después, Jesús les dijo a sus discípulos: No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí.
Lo que pedía era un voto de confianza en lo por venir. Solo quería que tomaran la oferta de seguir sus pasos... Porque era una oferta. No había que pagar nada. Solo escuchar, obedecer y hacer.
Sin entender, sin querer comprender. Porque si le buscamos entendimiento y comprensión no encontraríamos una respuesta coherente. Y de eso se trata Jesus. No parece coherente lo que dice. Porque que puede salir bueno de Nazaret.
Para saberlo hay que creer, obedecer y hacer. Y veremos los resultados. Y es entonces cuando diremos: Es verdad, lo que EL dice es verdad. Entonces no nos preocuparemos. Y es entonces cuando diremos “Ante quien iremos a ti, porque solo Tu, Jesus tienes palabras de vida eterna”.
Yo escogí la mejor vida. Escogí seguir a JESUS. ¿Y Tú?

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