Isaías
43:25.- Yo (DIOS), Yo soy el que borro
tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Una de las situaciones que más aflige
al hombre son las consecuencias de sus errores. Y co en muchos quedan como
marcas que recuerdan lo que hicimos. DIOS
en su sabiduría, pero también en su buen deseo, advierte sobre la necesidad de
obedecer como medida preventiva ante lo que inevitablemente nos pasara como
consecuencia de nuestra desobediencia, de nuestras rebeliones.
No hay reglas para medir el grado de dolor de un conyugue
ante la infidelidad de su pareja. Y qué decir de los hijos decepcionados por las
faltas de sus padres. No hay medida que cubra el dolor de una familia ante el
acto de delincuencia de uno de sus miembros. No hay atenuante ante la traición
de un amigo. No cuesta imaginar cuanto sufren los padres por las faltas de sus
hijos. Y más aun cuando se sabe anticipadamente que la paga por nuestras faltas
es mortal.
Y es allí cuando DIOS, en toda la plenitud de su bondad,
de su misericordia y de su infatigable amor, perdona y olvida nuestras faltas.
Gracias a CRISTO. Y se olvida,
porque recordarlo duele.
Y eliminamos ese dolor cuando
vamos ante DIOS, reconociendo
nuestro pecado y El mas bueno que
nadie, nos perdona y lo olvida. Y si creemos en ese perdón no habrá
condenación, porque CRISTO JESUS ya pago por eso. Desde allí se
inicia el proceso de restauración hasta que toda marca queda borrada de nuestra
vida. DIOS lo hizo de nuevo. Nos
limpió de nuestra maldad, sanó nuestro corazón y nos blanqueo como la nieve.
Y eso lo hace cada día. Cada
día hace nuevas todas las cosas. Ya no hay marcas. Y si las hay, esas marcas están
solo entre los que no olvidan. Porque marcas quedan en la mente de aquellos que
no perdonan, que para llenar su ocio, y soportándose en su propia amargura,
recuerdan el pasado de los demás. De aquellos que se erigen como jueces por
encima de DIOS y no pierden la
oportunidad, es más, buscan la oportunidad para seguir destrozando la vida de
los demás a cuenta de los pecados ya perdonados, ya olvidados por DIOS, ya saldados por JESUS. Las marcas de los errores del
pasado de algunos quedan en la mente de otros que no apelan al cristianismo y
viven su vida sobre el recuerdo de los pecados de los demás para tratar de seguir
enlodando sus vidas.
Pero, recuerde siempre, Ya no
hay condenación en CRISTO. Las cosas
viejas del pasado desaparecieron de su expediente, de la hoja de vida archivada
por DIOS, porque EL las borro. Así que no permita que la
amargura de otros que no han experimentado el perdón, que no han entendido el
sacrificio de JESUS, ni la salvación
que EL gano para todos, afecte su
vida.
Allá ellos. Usted es nueva
criatura. Usted empezó un nuevo trayecto. Usted es la niña de los ojos de DIOS.
Su especial tesoro. Usted es lo más preciado de DIOS. Usted fue salvado del pecado, perdonado y restaurado en su
posición. Ya usted está nuevamente en CRISTO,
su vida está cubierta por EL. Usted
es grandiosamente llamado HIJO DE DIOS.
ALELUYA,
GLORIA AL REY
2
Corintio 5:17-20.- Ahora que estamos
unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra
antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo
esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo,
hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el
mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace
las paces con todos.
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