La verdad, devaluada verdad. Vivimos en un mundo de mentiras, un mundo de hipocresía en donde la verdad estorba, incomoda. Donde incluso se miente en nombre de la verdad, donde hasta juramos en contra de ella, hacemos juicio de valor, jugamos con ella, la dejamos al lado, la ignoramos. La golpeamos, en favor de la libertad de expresión, del progresismo, de la globalidad mundial, del convencionalismo relativo en donde hay que adaptarnos a los tiempos, en que inclusive apoyándonos en el lema… “Todos mienten”, nos hace sentir falsamente incomodos y actuar forzados en nombre del universalismo, ese que dice conceptualmente que sin importar que pienses que hagas… ¡Todos vamos al cielo! ¡Todos tenemos cabida en la salvación!, ¡Sin apelaciones!
Y así, anulamos valores, asesinamos mentes, mueren personas. Se pierden almas no sin antes perderse familias, amigos, trabajos, empresas, y hasta países enteros. Y todo esto pasa por no aceptar el absolutismo de la verdad que Dios estableció para que vivamos y andemos junto a ella, como compañera fiel, que no falla, con la que no hay fracaso. Pero que estorba, que destruye los placeres vánales del mundo. Del mundo que quiere absorbernos, que quiere engullirnos, que quiere destruirnos, para que al final, en un ensayo de conciencia, surja el epitafio…
¡Si hubiéramos dicho, juzgado y actuado conforme a la verdad, todo sería diferente!
Por todo esto, la mayoría del mundo no aceptan que Cristo es la verdad. No les gusta. Cristo es intenso, confrontante, arcaico, es demasiado radical y ofende. La verdad del evangelio de Cristo debe ofender, nada mejor que eso, porque su fin es descubrir la falsedad de los patrones antimorales del hombre en lo que no todo es tan malo o todo no es totalmente bueno y que está en nuestro corazón, de manera de cambiarlo, de que nuestros sentimientos, pensamientos y desorientada conducta, sean limitados por la verdad que al final, si salva, si recompensa, si galardona.
La verdad de Cristo, incomoda hasta el que no lo quiere, hasta el que no lo conoce. Nos juzga, nos contextualiza y nos libera. ¡Nada podrá vencerla! Y al tiempo, en el momento preciso cualquier verdad, por mucho que la ocultemos, no podrá desaparecer, porque es como su creador… ¡Es eterna!
Zacarias 7:9. - Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad,
Evitemos problemas, malos ratos, sinsabores, desazones. Evitemos confrontaciones internas y auto flagelantes que enferman. Actuemos conforme la verdad, solamente en ella, juzgando con justa causa. Digamos siempre la verdad, amemos de verdad, sinceremos nuestra vida y rindámonos ante el Jesús que es el buen camino, que nos lleva a toda verdad y a la vida en abundancia y eterna.
Y como dice la Santa palabra de Dios… Y entonces, Dios nos hará resplandecer como luminares en la tierra, como estrellas rutilantes en el firmamento, como sal que da sabor, como embajadores celestiales, seremos honrados por no claudicar, por no ceder ante la mentira de un mundo que por mucho que quiera, por más que se esfuerce, no podrá contra los hijos de la luz, los defensores de la verdad, la cual siempre permanecerá.
Salmo 15:1. - Jehová, ¿ Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? 2 El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón.
Estaremos ante Dios, en Su presencia. Viviremos en Santa morada. Seremos aprobados, aceptos en el Dios amado y perfecto que valorará en su momento nuestra integridad, nuestra verdadera forma de ser en Cristo Jesús… Nuestro Señor y Dios nuestro… ¡Es Su voluntad
No hay comentarios:
Publicar un comentario