El amarnos unos a los otros debe ser la marca infalible de los creyentes. Dios lo maximiza aun mas, al mandarnos que amemos hasta los que nos odian, lo que nos hacen mal.
En un mundo confinado por las angustias que producen la acechanza de la muerte, en el que cada día el mal es mas manifiesto, son imprescindibles las muestras de amor sincero entre los cristianos, porque eso da fe de que en algún momento nuestro Jesús, vino a esta tierra para dejar sentado las bases de un Reino que se fundamente principalmente en la fe, la esperanza y el amor. Por eso debe haber la necesidad obligante que los hermanos en "Cristo" se reúnan, se animen, se amen y por sobre todo se perdonen unos a otros. Los dos grupos por igual. Esto también es una máxima en la vida del creyente.
Todos caen, todos fallan, todos somos imperfectos y necesitamos que amemos con el mismo amor que nos amó Jesus, para llevarnos bien entre nosotros. Para que nos den ganas de reunirnos y ayudarnos entre todos. Debe ser tan necesario como la necesidad de respirar para vivir, porque se trata precisamente de eso, de la vida.
El día esta cada vez mas cerca, Jesus regresa pronto y el juicio viene con El. Es definitivo... Daremos cuentas. Nos debe preocupar, nos debe aterrar. Hay consecuencias. Y ante lo que mostramos como "hijos de Dios", mucha gente no llegara al cielo, se perderá por el mal ejemplo que damos en el hecho de amarnos unos a otros. Por el contrario mucha gente será ganada para el Señor, sus almas serán salvadas si y solo si, perseveramos en el hecho de ser muestra fehaciente del amor nacido del corazón de Dios, hecho carne en Cristo Jesus, ganando nuestra salvación para la Gloria y la alabanza de nuestro Creador.
Positivamente, debemos siempre, poner todo nuestro empeño y todas nuestras ganas de hablar solo el bien de nuestros hermanos ante los otros, hablar bien de nuestros pastores, hablar bien y hacer bien a nuestras familias, vecinos. Hacer el bien con todo el mundo, ayudarnos mutuamente, perdonarnos mutuamente, orar los unos por los otros. Por favor, por favor soportemos al "otro". Muchos lo hacen con "uno".
Otro favor, por favor... "Nosotros", hagamos bien siempre y principalmente a los de la familia de la fe, aun cuando en algunos momentos nos hayan herido. Recuerden, rememoremos nuestra vida... ¡Jesus nos ha perdonado!... ¡Todas las veces que hemos fallado! y en las próximas que ¡Fallaremos!. Y no deja de amarnos jamás. ¡Es nuestra recompensa!... Su amor eternamente perdonador, consolador, animador.
Por lo que hagamos todo con sincero amor, de buena "fe". Y cuando hagamos nuestras reuniones, estimulémonos, animémonos en nuestra fe a que los demás también la tengan. Animémonos a que todos nosotros mostremos "siempre" "siempre" y por "siempre" el amor del Cristo que esta y que habita en nuestro corazón.
Si conocemos a Jesús, conocemos y amamos a Dios. Y si es "así", no necesitamos hablar del Jesus Redentor de nuestra vida, el objeto de nuestra salvación. La gente creerá en El por las muestras de nuestro amor, también perdonador, soportador, animador, esperanzador, que realmente Jesús vivió, que caminó en algún tiempo en esta tierra y que vive por siempre.
Amémonos entonces, los "unos" a los "otros"... Seamos uno solo en el amor de Cristo y la gente creerá que si hay salvación, que si hay vida eterna, que si hay verdadero amor en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador.
¡Hagamos el bien y no miremos a quien!
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