RECONOCER Y CAMBIAR

Deuteronomio 28:2.- Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre

Muy a menudo los cristianos luchamos en dos áreas que nos estancan espiritualmente. Luchamos con nuestras quejas y con nuestra inconformidad.

Y conociendo que lo que recibiremos de Dios siempre sera bueno,  no deberiamos quejarnos. De hecho, la biblia dice que toda buena dadiva y todo don perfecto proviene de Dios que es inmutable en lo que hace, que no cambia jamas. Pero el hecho de no quejarnos, esconde en algunas ocasiones nuestra inconformidad por lo que recibimos o por lo que dejamos de recibir... Y debido a que Dios es bueno, tambien debemos ser conformes y estar contentos con lo que recibimos.

Hoy es difícil conformarse. Con mirar y escuchar lo que pasa a nuestro alrededor, ya estos hechos atentan reiteradamente contra el deseo de Dios. Sabemos que Dios controla todo.Y todo lo que sucede, tiene un proposito de Dios para la humanidad. Además, Diis tiene un trato personal con cada ser humano con el fin de que cambiemos para mejor, que forjemos un nuevo caracter y que seamos mas maduros cada dia. Y a pesar de que nos aconseja que hacer, muchos aprendemos solamente de las consecuencias.

Y las inconformidades, las quejas, las consecuencias, nos impiden reconocer nuestras fallas y nos impiden tambien hacer todo lo que dependa de nosotros para cambiar. Y es  porque no somos obedientes a ultranza. Y como dijera un famoso predicador... "Dios no nos bendecira mas alla de nuestra ultima desobediencia"... 

Debemos reconocer nuestras fallas para que en definitiva, Dios actuando en nuestro corazon y bajo la guianza de su Santo Espiritu nos transforme para llevarnos a un destino mejor. Pero aun asi, sigue siendo sumamente difícil reconocer nuestra debilidad espiritual. Y hasta Pablo lo reconoció al decir "Lo que no quiero hacer eso hago. Pero no soy yo, es el pecado que mora en mi". Por esto queria librarse de ese cuerpo de muerte. Sabia que tenia fallas notables. Tenia un aguijon en su carne por el que era atormentado. Y reconocio que solo el poder de Dios y su gracia lo podrian ayudar en su debilidad. Sabia que sin Dios no habria nada bueno que El pudiera hacer. No se engañaba. Reconocia que de todos los pecadores, el era el mayor de todos. Posicion humilde la del apostol de la gracia. Que quedara de nosotros. 

Hoy fui sacudido en mi aguijon y solo reconocerlo permitira que Dios me ayude a cambiar. 

Debemos reconocer que necesitamos a Cristo para que la confesion de nuestros pecados sea sincera. Y podamos disfrutar de la misma gracia no merecida que disfruto Pablo. 

Solo nuestra confesion, apartarnos del mal y seguir el bien, hara que nuestro corazón sea limpiado y que su misericordia nos permita  disfrutar no solo de su presencia, sino de todas las buenas dadivas que Dios tiene preparado para los que le amamos... Y el que ama obedece... Y la obediencia bendice... Y la bendición nos alegra.

Salmo 112:1.- ¡Aleluya! Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos.