HONRA QUE SALVA VIDAS

Salmos 127:3.-  He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.

Los hijos son un regalo de Dios. Y viniendo de El, debemos darles el mayor valor y hacernos responsables de la tarea encomendada. Los padres sin excepción, por naturaleza sabemos que a los hijos, debemos cuidarlos, disciplinarlos, darle educación, techo, alimento, amor, mucho amor. Y por amor debemos instruirlos en el conocimiento del Señor desde que nacen. Porque ellos serán nuestra carta de presentación y como los instruyamos, los eduquemos y por sobre todo el ejemplo que les demos, andarán por la vida e influirán decididamente en su futuro.

Y entre las cosas que principalmente hay que enseñarles, es que nos honren como padres. Dice la Biblia en:

Efesios 6:1-3.-  Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 2  Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3  para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

El cristiano sabe de este verso y el porque debemos tomar con incansable responsabilidad, enseñarles a que nos honren, respeten, obedezcan.Y que en nuestra vejez tengan especial cuidado de nosotros. Porque hay algo en juego... Su integridad física. El que vivan muchos años y que durante su vida, todo lo que emprendan traiga un buen resultado.

Proverbios 17:6 [RV60].- Corona de los viejos son los nietos, Y la honra de los hijos, sus padres.

Debemos esforzarnos hasta el cansancio para que nuestros hijos puedan alcanzar esa promesa. Y pasa por dar el ejemplo en que nosotros como padres honremos y cuidemos a los nuestros.

Posiblemente esto no le caerá muy bien a muchos, porque en algunos momentos, no hemos dado un muy buen ejemplo, y los hijos tienden a memorizar todo y pueden en la mayoría de los casos copiar nuestra conducta. Pero estamos a tiempo de enmendar la situación, porque un día nos alcanzara la vejez. No tendremos las mismas fuerzas, y tal vez no tengamos un trabajo que nos sostenga completamente. Y es allí donde el fruto de nuestra enseñanza se hará evidente. Y si lo hemos hecho bien, ellos se voltearan en el cuidado hacia nosotros.

Padres... Un gran favor nos hacemos al volcar nuestras energías en dar el mejor ejemplo. En dar toda nuestra atención amorosa y total hacia nuestros hijos.

Hijos... Consideremos lo que recibimos y retribuyamos a nuestros padres en su vejez, el cuidado que ellos tuvieron a lo largo de toda nuestra etapa de crecimiento hasta llegar a la madurez. Nunca olviden que sus padres le dieron la vida. Que Dios los escogió a ellos como sus padres y a ustedes como sus hijos para que los cuidaran. Que dieron el 100% de lo que tenían a favor de ustedes. Y si no fueron los buenos padres que quisieron ustedes que fueran, rompan el mal patrón familiar y empiezan uno nuevo. Obedeciendo al Señor nuestro Dios y honrando a sus padres como es justo. Y cuando lleguemos a la vejez,  el bien que hallamos hecho, eso recibiremos.