Filipenses 3:13-15 [BLA].- No, hermanos, yo no me creo todavía calificado, pero para mí ahora sólo vale lo que está adelante; y olvidando lo que dejé atrás, 14 corro hacia la meta, con los ojos puestos en el premio de la vocación celestial, quiero decir, de la llamada de Dios en Cristo Jesús.
El pasado, lo que dejamos atrás, muchas veces son como estacas mentales que no nos dejan ver ni aprovechar la gloria de Dios que es la manifestación natural de la sobrenaturalidad de Dios.
La estacas siempre son excusas que nos autoimponemos para justificar nuestra falta de avance. Y no podremos avanzar si no dejamos de prestarle atención al pasado. Si estamos atados, encadenados a relaciones disfuncionales, a trabajos que no nos gustan, a adicciones que no controlamos, a malos hábitos que esclavizan, estos generan insatisfacción, frustración, ira, enojo, tristeza, miedo, falta de perdón, entre otras emociones que dañan sin medida nuestro estado de animo.
Y Dios tiene un mayor propósito, tiene un mejor destino, nos tiene preservado un mejor final que el que nosotros queremos.
Aferrémonos a la diestra de Cristo y soltemos la estacas que aprisionan nuestra mente, dejando así, todo atrás. Y seremos libres para que afirmados en el llamado, ejerciendo la vocación, estaremos dispuestos a alcanzar el propósito, que tanto le costo a nuestro Jesus ganar en la cruz, para gloria de su nombre en el cielo y en la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario