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jueves, 15 de noviembre de 2012

LA MEJOR CONVERSACION… SEGUNDA PARTE

En vista de los comentarios que ha generado el escrito de fecha 10 de noviembre subido a este blog sobre LA MEJOR CONVERSACIÓN, les refiero tres notas de autores y fuentes muy reconocidos dentro del mundo cristiano.

“La fe debe ser definida, específica; encerrar en sí una petición inequívoca y precisa de las cosas por las cuales rogamos. Hemos de tener mucho más que una creencia abstracta en la capacidad y la voluntad de Dios para obrar a favor nuestro. Nuestras peticiones deben ser específicas y definidas, esperando recibir las cosas por las cuales pedimos. Siempre que la fe y la petición son definidas, también lo será la respuesta: “lo que diga le será hecho”. La garantía es ilimitada, tanto en calidad como en cantidad. La fe y la oración seleccionan las cosas que se han de pedir, determinando por lo tanto lo que Dios ha de hacer. Cristo suplirá exacta y completamente, todas las demandas de la oración de fe. Si presentamos la petición ante Dios en forma clara, específica y definida, Dios la cumplirá, exactamente de acuerdo con los términos presentados”.

Autor: EDWARD M BOUNDS


Edward McKendree Bounds Autor del libro “La necesidad de la oración”, fue pastor en Estados Unidos durante el tiempo de la Guerra Civil en esa nación. Nació en agosto 15 de 1835 y falleció agosto 24 de 1913. Su vida y ministerio se distinguió por su insistencia en la oración como la clave de una vida espiritual poderosa y efectiva. Para E.M. Bounds, la oración es uno de los ministerios más importantes de la Iglesia, así como de cada creyente. Fue autor de once libros, nueve de los cuales tratan sobre el tema de la oración.

“Se requiere mucha fe para pedirle a Dios un milagro específico e identificable, que requiera una respuesta verificable en el tiempo y el espacio. Muchas veces nuestras oraciones son genéricas y vagas, secretamente proveyéndole al Señor (¡o a nosotros!) una salida más o menos honrosa en caso de que no se dé el milagro que pedimos. Por medio de un lenguaje sutil, estiramos el marco de tiempo en que se podrá dar la contestación, abrimos espacio para una respuesta en el plano natural, o añadimos “si es tu voluntad”, ¡por si las moscas! En última instancia, esto representa un acto de leve cobardía espiritual, y todos caemos en esa práctica en algún momento u otro. Con esto no queremos decir que no reconozcamos la soberanía del Señor, o que pretendamos forzarlo a responder a nuestras oraciones de una sola manera. Nos referimos, más bien, a esas ocasiones en que este tipo de “cláusula de escape” se origina en una falta de fe de nuestra parte, en una duda sobre si Dios verdaderamente todavía hace milagros. Me gusta ese “dánoslo hoy” de Jesús en el Padrenuestro. Si la provisión de pan que él estaba sometiendo no se daba “hoy”, ¡habría sido muy fácil detectar el fracaso de su oración! A veces tendremos que lanzarnos de cabeza a la acción de fe, confiando en que el Señor no permitirá que quedemos en vergüenza, poniendo a un lado nuestras dudas y encomendándonos a la gracia del Señor. A veces tendremos que emitir oraciones desesperadas e imprudentes frente a nuestros familiares y amigos, sabiendo que representan un riesgo para nuestro orgullo o nuestra imagen pública si no se dan, pero que no hay otra alternativa”.

“A veces se agota el tiempo de la espera y la deliberación, y hay que proceder atrevidamente, sin una puerta de escape detrás de nosotros, simplemente confiando en la misericordia y fidelidad del Señor. A Dios le gustan las oraciones y acciones atrevidas y ambiciosas, que lo ponen a prueba, y que muestran una fe guerrera de parte de nosotros. Por otra parte, las oraciones genéricas y abstractas lo dejan frío, y es muy posible que no reciban su contestación. El apóstol Santiago nos invita a pedirle al Señor. Pero añade: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:6 y 7). Ponle carne a tus oraciones, y sométele al Señor peticiones atrevidas y ambiciosas, específicas y fechables, y ejercítate en la actitud de fe. ¡Te sorprenderás de los resultados!”

Autor: DR. ROBERTO MIRANDA, Pastor General de Congregación León de Judá. Ha estado relacionado con Congregación León de Judá desde sus comienzos en 1982. Ha pastoreado la congregación desde el año 1985. Sus estudios seculares incluyen una Licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad de Princeton, maestría y doctorado en Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Harvard.

Y esta última,

“Dios es Sencillo y Nosotros Complicados. La vida en realidad es sencilla pero nosotros la complicamos. Nos gustan las cosas complejas. Dios en sencillo en todas sus enseñanzas. La religión las complica. Leí que si un abogado hubiera escrito solamente esta frase del Padre Nuestro: «El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy», se leería así: «Con los debidos respetos, solicitamos y pedimos que, debido a que es necesario hacer una provisión adecuada, en este día y fecha arriba escritos, para satisfacer las necesidades nutricionales de los peticionarios, y para organizar los métodos de almacenamiento y distribución, como se juzgue conveniente y necesario, así como apropiado para asegurar la recepción por y para dichos peticionarios de tal cantidad de productos (llámese pan) se nos conceda la cantidad suficiente de estos productos».  Gracias a Dios que Él en su bondad ha hecho la vida cristiana sencilla. Ya tomaste lo sencillo de Dios y lo hiciste parte de tu vida? Si no. Pruébelo hoy”.

Fuente: RENUEVO DE PLENITUD. Pagina web con más de 4.000.000 de seguidores en todo el mundo.

La información descrita, llego a mis manos después de haber realizado el escrito sobre la mejor conversación, lo cual me hizo sentir muy bien, al validar mi referencia en cuanto a la oración. Mi satisfacción fue grande al saber que hay otras fuentes muy reconocidas que tienen opiniones coincidentes con la de este servidor. Y esto me hace afirmar lo siguiente: Lo más importante de la oración no es que nos excedamos en hablar, sino que nos preocupemos por escuchar. No hay una oración en la biblia que dure más de diez minutos y les refiero algunas oraciones que tuvieron respuestas inmediatas:


Jueces 6:39.-  Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí,  si aún hablare esta vez;  solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco,  y el rocío sobre la tierra. 40  Y aquella noche lo hizo Dios así;  sólo el vellón quedó seco,  y en toda la tierra hubo rocío.

Marcos 10:51.-  Respondiendo Jesús,  le dijo: ¿Qué quieres que te haga?  Y el ciego le dijo: Maestro,  que recobre la vista. 52.-  Y Jesús le dijo: Vete,  tu fe te ha salvado.  Y en seguida recobró la vista,  y seguía a Jesús en el camino.

1 Crónicas 4:10.- E invocó Jabes al Dios de Israel,  diciendo: ¡Oh, sí me dieras bendición,  y ensancharas mi territorio,  y si tu mano estuviera conmigo,  y me libraras de mal,  para que no me dañe!  Y le otorgó Dios lo que pidió. 
¡No duran mucho, cierto! Hablar menos, escuchar mucho, mucho, mucho más.


Autor: El mismito superhéroe de antes. 


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