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martes, 26 de febrero de 2013

CELEBREMOS, DISFRUTEMOS… EN EL SEÑOR

La alegría debe ser parte visible de la vida del creyente. Dios dice en:
Filipenses 4:4.- Alégrense (regocijaos) siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense!
Soy padre de familia y el mejor deseo para mis hijos es que ellos sean felices, sana y permanentemente. Y para eso, suplo un menú de opciones dirigidas por mí, en las cuales mis hijos puedan disfrutar en el transitar de su vida. Así es DIOS. Establece que disfrutemos de esta vida que EL nos dio con un menú de opciones, entre ellos el que hagamos todo decentemente y en orden, de manera apropiada, digna, correcta, decorosa, sin excesos que nos lleve a actuar inconscientemente.
1 Corintios 14:40.- pero hágase todo decentemente y con orden.
Y para garantizar eso, nos recomendó que “disfrutáramos sanamente del fruto del trabajo que nos dio, debajo del sol” y que todo lo hiciéramos como para EL y en EL.  Disfrutar trae consigo alegría, diversión y eso me lleva a pensar en las fiestas, en las celebraciones. Y en lo importante que es para DIOS que celebremos y disfrutemos de las cosas buenas de la vida que EL nos da y que lo hagamos sanamente. Celebrar bautizos, bodas, graduaciones, cumpleaños, así como lo leen, aun cuando hay gente que estigmatizan estas celebraciones porque no aparecen tajantemente en la Biblia. La religiosidad de algunos ha ocasionado un gran daño en los creyentes neófitos, tratando de imponer un contexto en el que disfrutar “en el Señor” es solamente realizable en el circulo físico de la Iglesia, cuando solamente el hecho de estar vivos o que la familia nos visite y estemos juntos, de manera unánime, en un mismo sentir, con todas las cosas en común es razón suficiente para que celebremos de manera apropiada, en libertad, compartiendo una comida, disfrutando una película, rememorando las buenas cosas pasadas, celebrando un año más de vida, celebrando que un día nacimos para vivir, para vivir alegremente y que aun cuando un día no estemos físicamente, la promesa de vida eterna será cumplida, y eso hará que el dolor de nuestros familiares sea menor porque sabrán que en algún momento nos encontraremos para no separarnos más. Pero mientras tanto celebremos, disfrutemos la vida. Y sé que no hay tiempo, ni dinero para hacerlo permanentemente, porque hay que trabajar, estudiar, descansar, hay que dar ayudar a los demás que también es una forma de disfrutar, pero los banquetes fueron parte de la vida  de JESUS. Es más, cuando JESUS nació, todo fue una fiesta en la que estaban los padres, los pastores, los ángeles y por supuesto, DIOS mismo estaba allí. Porque celebraban con mucho júbilo, con alegría porque no era para menos, se había cumplido la profecía, había nacido EL MESIAS, el que los salvaría (Lucas 2:1-20). No, No era para menos, JESUS nació, vivió, murió por todos nosotros y resucitó para que nosotros al nacer también pudiéramos resucitar al cumplir nuestro ciclo de vida. Como no celebrar juntamente con CRISTO, en el SEÑOR, que hemos nacido para vivir felices, para disfrutar en esta vida que llevamos aquí en la tierra como preámbulo a la celebración eterna que tendremos en el cielo. Los religiosos nos criticaran pero dice:
Colosenses 2:15-18.- Dios despojó de su poder a los seres espirituales que tienen potencia y autoridad, y por medio de Cristo los humilló públicamente llevándolos como prisioneros en su desfile victorioso. Por tanto, que nadie los critique a ustedes por lo que comen o beben, o por cuestiones tales como días de fiesta, lunas nuevas o sábados. Todo esto no es más que la sombra de lo que ha de venir, pero la verdadera realidad es Cristo. No dejen que los condenen esos que se hacen pasar por muy humildes y que dan culto a los ángeles, que pretenden tener visiones y que se hinchan de orgullo a causa de sus pensamientos humanos (carnales).
No podemos dejar que los religiosos autoritarios, nos quiten el derecho de disfrutar sanamente y con legitimidad de lo que DIOS nos ha dado. Por mi parte, aprovecho cualquier excusa para reunirme con las personas que amo y que son muchas, eso sí, de manera apropiada, decente y ordenadamente. En una playa, en un centro comercial, un restorán, un evento…..en la Iglesia…. Cualquier sitio es bueno, siempre que sea en el Señor, con conciencia. Y si confiadamente me siento bien, si siento que mi corazón no me acusa, entonces estoy haciendo lo que a EL le agrada.
1 Juan 3:18-22.-  Hijitos míos,  no amemos de palabra ni de lengua,  sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la verdad,  y aseguraremos nuestros corazones delante de él;  pues si nuestro corazón nos reprende,  mayor que nuestro corazón es Dios,  y él sabe todas las cosas.   Amados,  si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él,  porque guardamos sus mandamientos,  y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
Que si día del padre, madre, niño, cumpleaños, boda, graduación, un nuevo trabajo, un éxito puntual, reencuentro con un amigo, un pecador que se arrepiente, un servicio de celebración, reuniones de adoración y hasta en medio del dolor, el funeral de un creyente, aprovechen para dar, para “practicar el dar” (Lucas 6.38). Dar, no necesariamente regalos, dar amor, dar afecto fraternal, dar perdón, dar compañía, dar fraternidad, dar felicidad, dar a CRISTO, dar a conocer el gozo que me produce saber que un día naci y fui escogido para triunfar, para ser feliz, para vivir eternamente. “Mas bienaventurado es dar” Mas feliz, mas disfruta, mas celebra el que da. Vivo proclamando que soy alegre, que me regocijo siempre……en el SEÑOR….


Autor: El mismo superhéroe anterior….



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