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lunes, 1 de febrero de 2021

EL AMOR QUE MUERE

          

 1 Corintios 13:13.- Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor.
Este versículo es el colorario final de el tantas veces predicado pasaje de la biblia que define conceptualmente el amor. Y que según el punto de vista bíblico no tiene final. Y es porque define a DIOS y DIOS no tiene ni principio ni final. 
En su esencia, DIOS ES AMOR y es la máxima más elevada de la biblia. Porque nuestra existencia, se lo debemos al Amor ilimitado que tiene DIOS por todo lo que hace. Por esto el amor no debe morir en el contexto divino. Y lo dice textualmente en:
1 Corintios 13:8.- El amor jamás dejará de existir...
Pero... el amor puede ser matado. Así como alguien en algún momento decidió amar, ese alguien puede tomar la decisión de dejar de hacerlo.
La biblia dice en:
1 Corintios 13:7.- (El amor) Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (lo tolera)  
El amor todo lo tolera. Y en mi opinión personal, la tolerancia es la base fundamental de la permanencia de una relación. ¿Y el amor?.... la tolerancia se fundamenta en el amor a la manera de DIOS. Y por eso es que permanece. ¿Cuando no permanece? Cuando desbordamos los límites de la tolerancia. Porque la tolerancia tiene un límite. Y el limite, somos, nosotros mismos.
La tolerancia facilita la comunicación en los buenos términos. Cuando aparecen los conflictos la comunicación es esencial para resolverlos. Pero si no hay tolerancia no habrá comunicación que valga. Es en la comunicación que se determina que es lo agradable y lo desagradable de una relación. Y ya determinado, es necesario el reconocimiento de lo desagradable y así pasar a la siguiente fase, que es la necesidad de pedir perdón y perdonar. Y lo más importante es que este proceso debe llevarnos al compromiso de erradicar las desagradables conductas que conllevan a la aparición de conflictos que sobrepasan los límites de la tolerancia. De no lograrse este proceso se mata, se asesina el amor.

Parecerá redundante, pero es como una relación aritmética. Por eso es que la matemática es una ciencia exacta. No falla. Si no cambiamos, matamos las relaciones. Matamos el amor. Si no tomamos conciencia, y seguimos repitiendo y repitiendo las malas actitudes rebasamos los limites... y tanto va el cántaro al agua hasta que revienta.
Y es allí donde entra CRISTO, el fruto más grandioso del amor ilimitado de DIOS. Porque en CRISTO es que podemos cambiar nuestra vida para mejor. Es en El, el autor y consumador de la fe, que podemos tener la esperanza de cambio que transforma nuestra vida y hace que el amor permanezca por siempre y no muera.
Deje que CRISTO culmine la buena obra que comenzó un día, cuando lo dejo entrar en su vida.
¿Cuantos dicen Amen?... ALELUYA...

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