Santiago 4:13-14.- Escúchenme, ustedes, los que dicen así: «Hoy o mañana iremos a la ciudad; allí nos quedaremos todo un año, y haremos buenos negocios y ganaremos mucho dinero». ¿Cómo pueden hablar así, si ni siquiera saben lo que les va a suceder mañana? Su vida es como la niebla: aparece por un poco de tiempo, y luego desaparece.
En las últimas semanas he pasado por tiempos que no deseamos
que pasen, pero que inevitablemente, en algún momento, así sea de manera muy mínima,
tendremos que pasar. Me he visto relacionado directamente o a través de
terceras personas con hechos donde la muerte está presente. El domingo pasado
oficie en el funeral de un entrañable compañero. Su muerte acaecida el viernes
anterior producto de un paro cardiaco, a consecuencia de un accidente de
tránsito que le produjo una fractura de cráneo y un edema cerebral que al final
hizo que se inflamara su cerebro y produjera definitivamente su muerte. Este
amigo, minutos antes de su muerte había participado de una reunión en la cual
había sido promovido en su trabajo y con esa felicidad que trae una mejora
laboral, con la esperanza cierta para él, de obtener mejores beneficios en su
vida personal y en su entorno familiar, hacia planes en lo que iba a ser su
futuro inmediato. Pero él no sabía que el futuro es incierto y que somos como
la niebla que en un instante desaparece. Ese mismo día recibí de una amiga este
mensaje:
“Hace días les escribí sobre una amiga cuyo esposo estaba muy enfermo... Anoche murió. Se fue a la presencia del Señor. Acabo de hablar con ella y la sentí muy abatida y triste...Que lamentable que dos personas que se aman tanto tengan que separarse... Amigos, no perdamos tiempo en diferencias que no conducen a la unión y al bienestar de los dos. Cada día es una oportunidad única de amar, de ser feliz, de recibir con agrado lo que DIOS nos da...Valoren cada instante porque solo DIOS sabe cuándo será el ultimo día...DIOS los guarde y los bendiga siempre.”
Esa misma semana, el día martes específicamente, estaba
solidarizado con una amiga que lloraba desconsoladamente la partida de una
sobrina de 17 años a causa de una meningitis viral. Y esta amiga con un dolor
profundo, expresaba que no entendía porque en el último año habían perecido en
su entorno familiar siete de sus miembros. Estas familias con dolor aceptaban
obligadamente que un ser amado ya no estaba. No querían pasar por ese momento,
estar en esa situación. Y es lógico, lo más que podemos aceptar es que como
esposos salgamos de esta vida juntos. Como padres, morir primero que nuestros
hijos. Como hijos, que nuestros padres y familiares cercanos fallezcan ancianitos
y aun así nos cuesta aceptarlo. Pero llega y no podemos hacer nada DESPUES que ocurre. Pero…. si podemos
hacer algo ANTES…… La prevalencia de
nuestra vida futura esta y debe ser basada en el presente, en el hoy. La
certeza de lo que nos espera, lo cierto de nuestra esperanza para los creyentes,
es que ANTES de que suceda el evento
de la muerte física podemos garantizar que tendremos vida DESPUÉS…. Creer que JESUS
dio su vida para garantizar la nuestra es el todo del creyente. Y para los que
sabemos esto, en medio del dolor de la partida de un ser querido y aun la
nuestra, está el hecho esperanzador de saber con certeza hacia dónde vamos. Y
es allí donde esta lo fiel y verdadero de DIOS…
EL es fiel… NUESTRO DIOS ES FIEL… Y aun siendo infieles, EL inmutablemente permanece fiel…. Esta semana anterior me llego
este mensaje de otra buena amiga:“Aunque DIOS es un DIOS de amor, somos nosotros quienes nos complicamos la vida. Si sabemos qué en EL hay una mejor vida porque no nos acercamos y plenamente vivir con todas las bendiciones que nos brinda. El dio a su único hijo para darnos salvación, y cada día nos demuestra que nos ama y que está pendiente de cada uno de nosotros, aun sabiendo que somos infieles. ¿Porque cuesta tanto? Me dicen que es porque somos infieles. Sí y queremos las bendiciones que vienen de DIOS gratis o sea sin hacer nada. No leemos su palabra, no dedicamos ni un tiempo a escuchar lo que nos quiere decir. Es un momento tan corto que pudiéramos refrescarnos en nuestro espíritu y hacernos un poco más sabios, ¿Que complicado pudiera ser? Pienso que para el que ya ha conocido al SEÑOR no hay escusa o tendría que estar siendo procesado todavía para el momento”
Fiel, infiel, infidelidad… Nosotros como hijos cometemos
tantos errores, que impiden esa garantía de vida eterna que viene de JESUS. Pero otros a sabiendas y
entendidos de lo vital que es JESUS
en la consecución de la vida, lo dejamos
al lado, no valoramos lo que hizo por amor, no le damos la importancia a esto
que es vida. Porque se trata de la prevalencia de la vida. Pero más aun, algunos
con una actitud mezquina y egoísta, no transmitimos ese conocimiento de que HAY VIDA EN JESUS a toda criatura…. Y
¿Sabe que somos? Infieles… Y llega el momento definitivo, el desenlace final y
ya no hay tiempo, ya no hay nada que hacer… Nos recordamos y tratamos de
consolarnos con lo bueno que fue ese alguien que perdió la existencia, pero muy
dentro estamos tristes porque pudimos hacer algo por esa persona, pudimos haber insistido con
ella ANTES, para no tener un cargo
moral y de conciencia DESPUES…. Ya
no vale el pedir perdón, ya no tiene sentido decir te amo DESPUÉS cuando pudo haber sido ANTES….
Pero podemos, si queremos, si decidimos ANTES, ser fieles y llorar
consoladamente el día del luto, el día del dolor con la esperanza cierta de que
sabemos a dónde va ese deudo porque hicimos lo correcto. Entonces podemos
recitar aquello que dice:
Eclesiastés 7:1-2.- Vale más la buena fama que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace. Vale más ir a un funeral que ir a divertirse; pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran recordarlo.
No desperdiciemos nuestra vida en discutir, en pelear, en
estresarse, en agobiarse, en envidia, en lo inútil, en lo vanidoso, en lo que
no deja un legítimo beneficio. Utilicemos el tiempo para disfrutar en el plan
maravilloso del SEÑOR esta vida
maravillosa que nos ha dado y que prometió en su fidelidad extenderla
eternamente. AMAR; AMAR y AMAR…. Hay
que hablar incansablemente de JESUS,
de su AMOR por nosotros. No desmayar
en esta misión porque la vida de otros depende de esto… Al final de esta
madrugada leí esto:
“El mañana es tan incierto que no se sabe, ¡hoy es el día! Hoy es tu día de arreglar cuentas pendientes, de dar el amor que dejaste de dar, de decir las cosas que dejaste de decir, de regalar eso que has dejado postergado para el día… un día” Su autora, Milagros García Klibansky.
¿Qué hacer? Hay que buscar a DIOS mientras pueda ser hallado. Hay que mostrar a ese DIOS cuando lo hallemos, hay que amar a
los demás, hay que ser bueno, hay que ser solidario, benefactor, amigable,
generoso.
Hay que dar vida a través de nuestra vida, porque después no hay tiempo… Paradójicamente
se nos debe ir la vida en ello. BUSCAR,
buscar, buscar incansablemente y lo hallaremos y con EL la vida…
1 Pedro 4:7.- Ya se acerca el fin de todas las cosas. Por eso, sean ustedes juiciosos y dedíquense seriamente a la oración.
Autor: Alguien que siente
con mucho dolor la muerte desperdiciada de alguien que no entendió que hay vida
solamente en JESUS
No hay comentarios:
Publicar un comentario