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sábado, 19 de enero de 2013

TODO LO QUE LE SUCEDE AL QUE CREE, LE ES PARA BIEN….

En el mes de Diciembre a mi hijo de 22 años le detectaron la tensión arterial sobre los valores normales. Desde entonces me he inquietado en leer mucho sobre la Hipertensión. A esta la llaman la “asesina silenciosa. Inevitablemente, como toda madre me he preocupado por las consecuencias de esta irregularidad en la salud de mi hijo y esto me ha llevado a investigar sobre las causas, síntomas y consecuencias de ésta enfermedad. Según estudios realizados no existe  cura para la hipertensión. Esta logra controlarse con dieta, ejercicios y fármacos. Según lo que pude leer cada día se suman más jóvenes y aún niños con ésta patología. Inclusive los valores para determinar a una persona hipertensa han disminuido. Se habla de una nueva categoría llamada pre-hipertensos, personas que aunque no sean denominadas hipertensas deben tomar conciencia de su estado y cambiar considerablemente sus hábitos alimenticios, su sedentarismo, y desistir de ciertas drogas sociales como el cigarro y el alcohol para quizá no llegar a la hipertensión definitiva. Cada día, son más las enfermedades que llegan a más personas. Ya las enfermedades no distinguen edad, ni sexo, ni raza. Antes, enfermedades como la diabetes y la hipertensión eras propias de las personas  mayores en edad. Ya no, actualmente hay niños y jóvenes padeciendo de esto.

Esta nueva situación que vive mi hijo y por consecuencia yo, como lo dice el Señor, ha sido para bien, aunque se piense por un momento: ¿y qué de bueno es tener una situación de preocupación o aflicción?, Dios dice en su palabra:
Romanos 8:28.- Y sabemos que para los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien”.
Lo que estoy viviendo  me ha llevado a darme cuenta que soy vulnerable, que ahora más que nunca debo concientizarme de que sin DIOS nada es posible,  como escuché en una predicación: “sólo la necesidad nos acerca a Dios”. Parece contradictorio, pero así es y sin embargo, doy gracias por lo que me acontece…
1 Tesalonicenses 5:18.- “Dad gracias EN TODO, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
A veces son necesarias las aflicciones………
Salmo 34:19.-  “muchas son las aflicciones del justo”
Es necesario de que Dios nos dé un sacudón para que nos demos cuenta de que el camino que estábamos tomando no era el correcto, o que simplemente para  salgamos de la rutina espiritual a la que estábamos acostumbrados. Job dijo: ¿recibiremos de Dios el bien y el mal no lo recibiremos? (Job-2:19). Qué tan intocables nos sentimos, por el hecho de ser cristianos o más: Ministros de DIOS, Pastores, Maestros, Diáconos entre otros nombramientos que tiene la Iglesia Cristiana. Nos mentimos pensando que nada nos puede pasar porque “estamos trabajando para Dios”. Pero no es así y un ejemplo vivo de ello es Job, hombre perfecto y recto, temeroso de DIOS y apartado del mal (Job 1:8), quien no estuvo exento del sufrimiento y del padecimiento, pero estos no hicieron que Job renegara de DIOS, aún más, en medio de su aflicción dijo: 
Job 1:21.-  “El Señor dio, el Señor quitó. Sea el nombre del Señor bendito”
Es difícil dar gracias en medio de las vicisitudes, pero eso es lo que DIOS espera que hagamos. Amo a mi hijo, solo DIOS sabe cuánto lo amo y quisiera que jamás le ocurriera nada malo, que ninguna enfermedad llegara a su cuerpo, que ningún mal le aconteciera, pero meditando y orando pude darme cuenta, que antes de ser mi hijo, es hijo de DIOS, y es imposible que yo lo ame más de lo que DIOS lo ama a él.  Estoy segura que esto que nos sucede es para nuestro bien, sino no estuviera pasando, porque DIOS tiene control de todas las cosas (Mateo 10:29). Se de personas que también están pasando por momentos difíciles, algunos viven situaciones más duras que otros, para algunos las aflicciones son más severas, pero tengo la convicción de que aún así DIOS está allí.

Quizá la situación por la que usted  está pasando sea muy difícil, quizá tenga un familiar al que usted ama en situación de enfermedad, o quizá tenga problemas de otra índole que le están robando su paz. Sea cual sea su situación, le pido piense en lo siguiente: no estamos solos, somos hijos de DIOS y El nos ama más que nadie, tanto así, que fue capaz de entregar a su hijo legítimo al sufrimiento para salvarnos a nosotros (Juan 3:16). Si nosotros siendo malos queremos lo mejor para nuestros hijos, cuánto más nuestro Padre que está en los cielos. Sé que no es fácil, lo vivo en carne propia, pero ten valor y ármate de mucha fe, y como dice su palabra,
Filipenses 4:6.- “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también”
Dios te bendiga y te de las fuerzas para seguir adelante y no olvides, en medio de la tribulación estate quieto y alégrate en JESUCRISTO en medio de tu aflicción, confiando en las promesas del DIOS que no puede mentir.

Autor: Belkis Quijada, una madre agradecida.



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