Después
de muchos años en mi profesión, he aprendido y concluido debido a la
experiencia, entender el propósito y el sentido de muchas cosas. No ha sido
fácil, ni es todavía, entender y hacer entender que todo lo que hagamos debe
tener un fin, que traiga resultados, que traiga beneficios. Y es que, los que
hemos decidido seguir por esta senda, debemos entender que los creyentes al
seguir a JESUS, implica entre muchas
otras cosas, tener beneficios y entre los beneficios, el más importante es el
que tengamos SALVACIÓN. En otras
palabras que vivamos, que tengamos VIDA
Y VIDA EN ABUNDANCIA. A eso vino, pero también vino como parte de su
propósito a ser vía de restauración al hombre de su naturaleza caída y que este
tuviera la oportunidad, basado en su libre elección, como hijo volver a tener
una buena relación con el Padre. A la vez, pudiera nombrar muchos efectos colaterales
que trajo el cumplimiento de su misión.
¿A que vino? A ser luz en medio de tanta
oscuridad. A ser ejemplo de buenas obras. A darnos paz. A rescatar lo que se
había perdido. A hacer cumplir la ley, la del Amor. A darnos confianza, darnos
fe. A darnos libertad. A darnos felicidad. A darnos esperanza. A enseñarnos amar al prójimo. A desmentir la mentira. A
restaurar. A vivir. A mostrarnos el verdadero sentido de la misericordia. A que
no estuviéramos tristes. A que nos demos cuenta de nuestro verdadero valor. A
dar buenas noticias. A que tuviéramos sanidad. A que tuviéramos bienestar. A
ofrecer perdón. A muchas otras cosas buenas mas y mas.
Lucas 4:18-19.- "El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me eligió (ungió, escogió, consagro, aparto, me dio una MISIÓN) para dar buenas noticias a los pobres. "Dios me envió para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados y para decir: ¡Este es el tiempo que Dios eligió para darnos salvación!"
Pudiéramos
seguir enumerando razones a la cual vino JESUS,
eso sí, todas son buenas, y el sentido definitivo de su venida, reafirmo, es
que tuviéramos salvación. Fue su razón de ser. Yo resumo toda su misión en esta. “JESUS vino a ayudar al necesitado, al que
tiene falta de algo”, a ser un buen amigo. Estoy seguro de eso. Pero
también estoy seguro, pero bien seguro de algo a lo que NO VINO. No vino a CONDENAR.
Romanos 8:1.- Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús.
El no
fue facultado para eso, no se le fue dado ese atributo. Eso no estaba en la
lista de sus responsabilidades, no estaba en su contrato, en su descripción de
cargo no aparece. Fue tan buena su misión que solo con hablar a la gente, muchos
le seguían y aun los que no lo siguieron por miedo a perder sus propios
“beneficios”, su “buena vida”, “sus negocios”, reconocían en su interior que
era bueno lo que decía y ofrecía. Pero eso si no condenaba a nadie, ni siquiera
al que era considerado por los hombres como el más pecador. Me impacta y me
llega mucho el famoso pasaje de la prostituta que fue llevada por los fariseos
a la presencia de JESUS, para que
fuera juzgada y condenada por este. Pasaje ilustrado en Juan 8:1-11, y que origino la famosa frase, histórica y creo, una
de las más repetida a través de los siglos, “El que
esté libre de pecado que lance la primera piedra”
Todos
recordamos esta frase, y muchos saben la frase pero no saben el pasaje. Y eso
incluye a los creyentes, porque para mí lo mejor del pasaje esta al final.
Luego de que nadie se atreviera a golpear a la mujer, dice:
Juan 8:10.- se enderezó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado? Ella le contestó: Ninguno, Señor. Jesús le dijo: TAMPOCO YO TE CONDENO; ahora, vete y no vuelvas a pecar.
Es duro
lo que voy a decir. Los hombres nos hemos convertidos en especialistas de la
condenación. Creemos que porque a JESUS no lo vemos físicamente, podemos o estamos en
el derecho no solo de juzgar y condenar, sino también de ser verdugos,
ejecutores de esa condena. Nos convertimos en sicarios, sicarios espirituales,
de esos que matan el espíritu. Y muchos logran matar el espíritu para gusto de
ellos, pero…….. Lo consiguen gracias…….. a nosotros mismos. Porque siendo
seguidores de JESUS, no conocemos a
que vino. Y “mi pueblo (mi gente), perece (muere)
por falta de conocimiento, por no estar entendidos”. Y se que esta
sentencia es dada a los sacerdotes, a los que tienen la responsabilidad de
enseñar (Oseas 4), pero hay algunas
que ya saben, ya conocen, ya ¡entienden! Y aun así, se dejan matar por estos
sicarios. Los sicarios ya tienen su propia recompensa. Dice:
Mateo 7:1-4.- "No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes. Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás. "¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama. ¿Cómo te atreves a decirle a otro: "Déjame sacarte la basurita que tienes en el ojo", si tú tienes una rama en el tuyo?
Y
también dice:
Lucas 6:37-38.- "No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.”
Yo al
igual que muchos he cometido errores, como el del juicio y la condenación y he
pagado las consecuencias. Y nadie me puede decir que no lo ha hecho. La Biblia
dice:
Proverbios 20:9.- Nadie puede decir: "Tengo puro el corazón, estoy limpio de pecado."
Pero
por demás, no fue en vano el sacrificio de JESUS.
No fue inútil el cumplimiento de su misión, porque ÉL vino a Salvar. De hecho el nombre JESUS significa EL QUE SALVA,
y EL MESÍAS significa el enviado por
DIOS. Es decir “EL QUE FUE ENVIADO POR DIOS A SALVAR”. A JESÚS no le era permitido condenar, y una de las razones era que el
hombre siempre mostro su propia incapacidad para salvarse y su extrema
facilidad para condenarse. Y lo que es peor, arrastrar a los demás a esa
condenación de una manera muy clara, condenando a los demás. JESUS el buen amigo nos mostro la
manera. Nos enseño no solo con sus palabras, sino con su testimonio, con toda
su vida, que nuestra misión es ayudar a salvar las almas, las vidas de aquellos
que reconocen que no pueden. ¿Sabe que es lo mejor? No nos cuesta nada, Solo DECIDIR. Decidir dejar lo malo y decidir
SEGUIRLO. Una realidad que los
sicarios no han podido ocultar. Usted es salvado por JESUS y no lo pueden condenar. ALEGRESE….No
lo pueden matar. Usted ya está a SALVO.
¿Está claro? Entonces viva como SALVADO…¡¡¡FELIZ!!!
Consciente de todos sus beneficios.
Autor: el mismo que escribió el anterior…………Uno que estaba
muerto y descubrió que está VIVO
gracias a UN BUEN AMIGO…………… ¿Su
nombre?...............Ustedes ya lo saben………………………
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