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martes, 22 de enero de 2019

TRIUNFANDO SOBRE NOSOTROS MISMOS

2 Corintios 10:3.- Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Conversaba con un compañero de milicia, un cristiano que lucha por ser mejor persona y en medio de la conversación le hice esta pregunta, ¿A qué va la gente a la Iglesia? Y el contesto acertadamente: ¡A cubrir una necesidad!

Como Pastor mi deber es enseñar de acuerdo a la Biblia, como puede la gente satisfacer su necesidad adecuadamente. Y esa es la responsabilidad principal de la iglesia... Enseñar cómo vivir ahora y siempre. Y es más que clara y acertada cuando dice en la versión DHH: Romanos 12:1.- Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de DIOS que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a DIOS. Este es el verdadero culto que deben ofrecer. 2 No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de DIOS, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

En otras palabras, el apóstol Pablo ruega, suplica que nos sacrifiquemos en nuestra manera de vivir y mostremos lo cristiano que somos, al no poner las cosas de este mundo por encima de lo bueno, agradable y perfecto que DIOS nos ofrece. Y lo hace por una razón sencilla... Nos ahorraremos sufrimientos.

El mundo de hoy está marcado por el status quo, por la tenencia material, por el egoísmo exacerbado, por el malagradecimiento hasta insultante, por el desamor hacia nuestro prójimo. Y como me decía alguien ayer, ¡Las personas dicen una cosa pero por dentro son otras! Somos pura fachada. No decimos la verdad y somos como meros actores en un mundo en el que queremos ser aceptados por lo que exteriormente mostramos, y no por lo que en nuestro interior somos realmente. Un mundo que debemos rechazar, pero que amamos hasta con locura. Un mundo que es vencible si tomamos en cuenta que JESUS, EL solo, lo venció por nosotros, para que nos sintamos vencedores y que cuando ese mundo venga a ofrecernos toda la carnalidad que tiene, lo rechacemos. JESUCRISTO también venció a satanás. Pero le ha resultado difícil vencer nuestra mentalidad. Esa es la fortaleza que a JESUS le ha costado vencer. Porque somos eso, mente, conocimiento y sabiduría carnal. Y ese conocimiento como si fuera un ejercicio terapéutico lo ponemos por delante del conocimiento perfecto de DIOS, con la excusa tan mundana y trillada: ¡Pero es que estamos en este mundo! ¡Cómo puedo vencer este cuerpo de muerte! ¡Este cuerpo carnal! Y hacemos poco y hasta a veces nada por ser como ese JESUS que fue a la cruz. Que decimos seguir pero se nos pierde en la espesura de este mundo bajo el cual obviamos el consejo de no vivir según sus criterios.

Menospreciamos el consejo noble, amoroso y costoso, porque costo la sangre de nuestro Señor, de nuestro salvador y que debe ser predicado y enseñado hasta ofender en nuestras iglesias. Porque esa es la responsabilidad principal de las iglesias, satisfacer nuestras necesidades enseñando el evangelio de vida para salir de las garras destructoras de la muerte... Enseñar que seguir a CRISTO, con toda su dificultad nos permitirá colocar todo en segundo lugar, para darle la mayor importancia a lo que El gano para nosotros a costa de su vida, y entregar todo lo que sabemos y ponerlo como basura. Desechar todo argumento o excusa para no seguirlo. Doblegar nuestra altivez, vaciar nuestra mente y llenarla de los principios que nos permitirán tener una mejor vida. Y eso traerá la mayor cosecha de almas para el cielo. Llenaremos el cielo de almas, por encima del propósito humano de llenar la iglesia de gente, llenarlas de solo cabezas que contar.

Utilicemos las herramientas que la iglesia enseña para salir del atolladero de la duda y emplear todas las armas, escudo, calzados, yelmos, que describo el libro de Efesios 6, para fortalecer nuestra fe y vencer no solo los engaños de satanás, no solo lo que el mundo seductoramente ofrece, sino vencer nuestra obtusa mente que se erige como una poderosa fortaleza y vivir según los criterios y preceptos divinos enseñados por CRISTO. Al hacerlo, le hará el mayor favor al evangelio. Y sumara a la obra de CRISTO.

Si después de leer esto, seguimos haciendo lo que hacíamos, entonces no culpemos a DIOS. No culpemos a la iglesia aun cuando den una mala enseñanza. No culpe al Pastor, no culpe a la biblia, porque tenemos la responsabilidad, la obligación de revisar según la biblia lo que nos enseñan. Sino revisamos, somos los únicos responsables de vivir la vida que escogimos vivir. La que DIOS nos puso a elegir entre ella y la muerte. Es duro pero no menos cierto. Vivamos según lo que CRISTO gano, enseño, y nos dejo como legado. Sigámoslo según su palabra, salgámonos de nuestra mente y dejemos entrar verdaderamente a CRISTO en ella y definitivamente entreguémosle nuestro corazón. Así obtendrá la satisfacción de sus necesidades y vivirá la mejor vida que pueda vivir, no la del mundo. No, no, no... Sino la vida que JESUS escogió para usted... Para nosotros... Para la humanidad.... Y podrá decir como el Apóstol en: Filipenses 1:21.- Porque para mí el vivir es CRISTO, y el morir es ganancia.

Yo digo Amen a eso... Y ¿Usted?...

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