He llegado a la conclusión de que el cristiano vivirá de prueba en prueba, porque es lo que nos permite formarnos en el carácter que DIOS quiere. En definitiva todo lo que nos pasa es bueno para lo que amamos a DIOS, conforme al llamado a ser salvos y el propósito ministerial que DIOS puso en cada uno. Con lo que la prueba nos ayuda a cambiar como personas para bien. Y de ese cambio, influir en nuestro entorno. Por eso son necesarias las pruebas.
Y entre la diversidad, está en la de relacionarnos con personas que no se parecen, que son diferentes, que no se compaginan con nosotros. Necesariamente viviremos en este mundo y allí nos encontraremos con seres humanos de múltiples formas de actuar. Personas intransigentes, ásperas, inmisericordes, altaneras, altivas, pero también personas faltas de fe, pobres de espíritus, que se quejan, que maldicen, que no son conformes con nada. En fin, con caracteres muy diferentes. DIOS quiere que apelemos a la gracia que también es multiforme, para abarcar a la mayor cantidad de personas que puedan ser cambiadas por el mensaje del evangelio salido de nuestra boca y mostrado por nuestras acciones. Estaremos en esta vida relacionándonos continuamente con personas que serán difíciles de tratar y aceptar, pero que debemos soportar a través del amor (1 Corintios 13) y ayudarlas en el proceso de cambio hacia ser mejores seres humanos. Pero que también nos ayudaran a cambiar en alguna área de nuestro carácter que necesita ser transformada.
Santiago 1:3.- sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Por lo que debemos tener paciencia, apoyada en la fe en que podemos superar las diferentes pruebas. Y luego de superadas, obteniendo el logro, recibiremos el premio, que es que ¡No nos faltara cosa alguna!... Es decir, lo tendremos todo. Por lo que no menospreciemos la prueba, no la esquivemos, ni huyamos, porque a la vuelta de la esquina o de la vida, habrá otro hasta más difícil de tolerar, pero a lo que nos debemos enfrentar.
Hebreos 10:35.- No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Por lo que pongamos todo nuestro empeño en ser lo mejor para ayudar a seguir cambiando este mundo. Y con nuestra confianza puesta en el creador, aprobemos la prueba, y con ella tendremos las promesas cumplidas de DIOS en nuestra vida.
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