Marcos 12:29-31.- Jesús le contestó: El primer mandamiento de todos es: 'Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. 30 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.'31 Pero hay un segundo: 'Ama a tu prójimo como a ti mismo.' NINGÚN MANDAMIENTO ES MÁS IMPORTANTE QUE ESTOS.
El pasaje nombrado es si se
quiere el verso más conocido por los hombres, pero tengo que reconocerlo también
es el mas desechado y muy fácilmente. Y quiero ir más profundamente en esta conclusión,
porque este hecho es muy pronunciado entre los hermanos de la fe...
Todos sin excepción hemos sufrido
separaciones y la mayoría son dolorosas. Sean materiales o humanas. Todas traen
alguna clase de sentimientos. Pero he caído en cuenta que a pesar del dolor y
la incomodidad entre los creyentes, las más frecuentes y cuestionables son las
separaciones entre los hermanos de la fe. Mi capacidad de asombro en este tema no
tiene límites. Porque aun cuando DIOS
dice que nos amemos debe ser a la medida de DIOS. Y en DIOS lo que más
priva es la misericordia, basada en ese amor que tiene por su creación y mas
por su pueblo, pero mucho más por sus hijos. Por lo que EL ama sin medida, aun siendo personas que fallamos. DIOS no acepta las fallas, pero EL no desecha a sus hijos.
Imagínense usted como padre que
teniendo más de un hijo, aceptaría, aun con las diferencias y las fallas que
sus hijos tengan, que vivieran sin hablarse, sin saludarse o lo peor,
odiándose. Déjeme decirle que en DIOS
eso no funciona, no cabe en la mente ni en el carácter de DIOS. DIOS quiere que
sus hijos a pesar de las diferencias, las controversias y las fallas, se amen.
Pero lo que más vemos entre los hijos de DIOS
es que al surgir una falla o un simple detalle, porque esto es lo mas
inverosímil, dejamos y desechamos a ese “hermanito” que tanto amábamos. Nos
olvidamos inclusive de los favores y el amor recibido y por los cuales debemos
de todas, todas estar agradecidos a DIOS
primero. Porque EL es primero. Y voy
a ser específico.
Cuando alguien se separa de una
iglesia, por las razones que sea, me atrevo a decir, que más del 95%, en un
lapso muy corto de tiempo, “borra” a ese alguien de sus listas de contactos más
frecuentes. Y una gran parte de ellos comienza a cuestionar al poco tiempo las
“no muy buenas actitudes” que ese hermano separado ya, tuvo en la “excelente” y
aceptada estadía en esa iglesia. Al poco tiempo, sus fallas privan tanto en el
sentimiento de sus “hermanos” que se sienten en la necesaria obligación de
“separarlo” no solo de la iglesia local, sino también de la iglesia universal.
Y entonces pasa de ser un nombre en la lista de contacto, a ser un tema de discusión
y de “ejemplo” de lo que un hermano no debe ser.
Lamentable que al tiempo, como ya
no es de “mi iglesia”, porque fallo en cualquier cosa, y obviando, que es
natural que sea así, porque dice la biblia, que “No hay un hombre justo en la
tierra, que haga el bien y nunca peque”... Este “hermanito” ya no es digno ni
del saludo, mucho menos de una muestra de misericordia, ni una pequeñísima
muestra de amor. El solo es merecedor de un “pasemos la pagina”. Más lamentable
aun.
Como le duele eso a DIOS. Imagínese, si eso le pasa a uno
de nuestros hijos. ¿Cómo es su dolor? ¿Y el amor? Bueno, se lo recuerdo en un
lenguaje más sencillo, definido por DIOS.
1 Corintios 13:4-7.- Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, 5 ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; 6 es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.
Hermoso el pasaje. ¿Cierto? Pero
irrealizable para algunos hombre, en el que también falla en eso, en amar. DIOS es más radical aun. EL dice: Ame hasta a sus enemigos.
1 Juan 4:7-8.- Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. 8 El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
La gente se separa
emocionalmente, en principio y en final, porque no hay amor. Simple y
elemental. Pregunto: ¿Usted es hijo de DIOS?
¿Ya ama sin medida? ¿Como DIOS?, ¿A
la medida de EL?.. Yo solo pregunto.
O mejor pregúntese, medite en su corazón. Ya dejo de amar a ese hermano, que se
separo forzadamente, con razón o no.
Santiago 2:8-9.- Si ustedes obedecen el mandamiento más importante que Dios nos ha dado, HARÁN MUY BIEN. Ese mandamiento dice que debemos amar a los demás, tanto como nos amamos a nosotros mismos. 9 Pero si ustedes les dan más importancia a unas personas (Hacemos acepción de personas) y las tratan mejor que a otras, están pecando y desobedeciendo la ley de Dios.
Yo solo recomiendo, ame como DIOS y demuestre quien es usted. Un
hijo de DIOS. No separen a las
personas. Amemos como DIOS. Solo
eso. Porque todos somos iguales delante de EL.
Somos una sola iglesia. Hagan esto y haremos muy bien. Se sentirá orgulloso de
sus hijos, como usted de los suyos.
Dios les bendiga.
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