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jueves, 6 de junio de 2013

QUIEN PIERDE SU NIÑO INTERIOR….PIERDE…..MUCHO….

Les refiero hoy un escrito de un gran amigo. Es una reflexión que nos recuerda el no perder el enfoque de quien debemos ser siempre y nos permite mantener la alegría de saber quiénes somos en realidad. Qué bueno es DIOS, que se hace presente a tiempo y nos presenta ángeles(mensajeros) en cuerpos de gente que pareciera que les falta mucho pero que demuestra la esencia de ese DIOS que nos ama y que por eso amamos.
“Siempre escuche la frase de que, en cada adulto vive un niño escondido. Muchas personas lo creen así. Yo estoy totalmente convencido, sobre todo cuando en ocasiones me dicen “PARECES UN NIÑO”, no por mis rasgos físicos claro está, si no por mi actitud, que aunque no dejo de ser responsable, expreso mi sentimiento y amor como un niño, y trato de dejarlo salir en diferentes aspectos de mi vida, así como nos enseña la palabra de Dios
Mateo 18:2-3.- Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos.
Hoy soy un adulto en el mundo, pero soy aun un niño espiritual como dicen en el argot cristiano, porque aun me inicio en los pasos de nuestro señor JESUCRISTO y me esfuerzo en conocerle y aprender mucho más de EL.
Pero……. al ver algunos ADULTOS espirituales (pastores, ministros y toda la cadena de mando cristiana que aun no aprendo) y su patrón de conducta, me pregunto: ¿Quiero ser un adulto espiritual? Usted se preguntara ¿Bueno y este muchacho está loco? De ahí mi reflexión, porque tanto en lo secular como en lo cristiano, parecemos olvidar lo que es ser un niño, en la parte cristiana o la creyente prefiero decir, olvidamos lo que es ser un niño espiritual.
Debe ser perfectamente satisfactorio conocer de la vida de nuestro señor JESUCRISTO de principio a eternidad (Por que EL nunca tuvo ni tendrá fin), conocer la ley de Dios y la historia bíblica en todos sus aspectos, sin duda, aunque no debemos olvidar que nunca sabremos lo suficiente.
1 Corintios 8:2.-  Si alguien cree que conoce algo, todavía no lo conoce como lo debe conocer.
Pero, ¿Para que utilizamos ese conocimiento?, ¿Para olvidar lo que es ser un niño espiritual? ¿Para engrosar nuestra voz en el pulpito y hacer parecer que estamos lejos del pecado?, ¿Para manipular al hermano que se inicia y no conoce?, ¿Para mentir desviando la verdad?, ¿Para hacer creer que ya nada me sorprende? Hoy en día veo mucho de eso y sin duda no quiero hacerlo así, me niego a olvidar ESE SENTIMIENTO INEXPLICABLE QUE ME HIZO ROMPER EN LLANTO y me trajo a los pies de JESUCRISTO, ese sentimiento que me recuerda que soy un niño que se cae y su padre lo levanta. Me niego a decir un día “A MI YA NO ME SORPRENDE LO QUE HACE DIOS”. Quiero ser como un niño que nunca deja de asombrarse cuando su PADRE hace un milagro, asombrarme como el niño que se queda atónito cuando ve al mago sacar al conejo del sombrero, como el niño que viendo a su jugador favorito sonríe cuando este hace una jugada asombrosa aunque parezca que nada nuevo podía hacer. Quiero ser el niño espiritual que llora conmovido con el llanto del hermano y no como el adulto que busca palabras de aflicción para hacer un show de ese llanto. Quiero ser el niño que no ve en el dinero la prioridad de la iglesia, quiero ser el niño que se une a un nuevo amiguito y no el adulto que pone fronteras a la iglesia, no quiero ser de los adultos que parcelan el mismo cristianismo”
“SIN DUDA NO QUIERO OLVIDAR LO QUE ES ESTAR AQUI DE LA MANO CON JESUCRISTO, NO QUIERO OLVIDAR LO QUE ME TRAJO AQUÍ, NI OLVIDAR EL NIÑO QUE SOY”
Autor. Un niño (dice él) en la liga de la justicia
Nota del bloguero: ¡Que tal!  Y esto lo escribió un niño….


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