Les
refiero hoy un escrito de un gran amigo. Es una reflexión que nos recuerda el
no perder el enfoque de quien debemos ser siempre y nos permite mantener la
alegría de saber quiénes somos en realidad. Qué bueno es DIOS, que se hace presente a tiempo y nos presenta
ángeles(mensajeros) en cuerpos de gente que pareciera que les falta mucho pero
que demuestra la esencia de ese DIOS
que nos ama y que por eso amamos.
“Siempre
escuche la frase de que, en cada adulto vive un niño escondido. Muchas personas
lo creen así. Yo estoy totalmente convencido, sobre todo cuando en ocasiones me
dicen “PARECES UN NIÑO”, no por mis
rasgos físicos claro está, si no por mi actitud, que aunque no dejo de ser
responsable, expreso mi sentimiento y amor como un niño, y trato de dejarlo
salir en diferentes aspectos de mi vida, así como nos enseña la palabra de Dios
Mateo
18:2-3.- Jesús llamó entonces a un
niño, lo puso en medio de ellos y dijo: Les aseguro que si ustedes no cambian y
se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos.
Hoy
soy un adulto en el mundo, pero soy aun un niño espiritual como dicen en el
argot cristiano, porque aun me inicio en los pasos de nuestro señor JESUCRISTO y me esfuerzo en conocerle y
aprender mucho más de EL.
Pero…….
al ver algunos ADULTOS espirituales
(pastores, ministros y toda la cadena de mando cristiana que aun no aprendo) y
su patrón de conducta, me pregunto: ¿Quiero ser un adulto espiritual? Usted se
preguntara ¿Bueno y este muchacho está loco? De ahí mi reflexión, porque tanto
en lo secular como en lo cristiano, parecemos olvidar lo que es ser un niño, en
la parte cristiana o la creyente prefiero decir, olvidamos lo que es ser un
niño espiritual.
Debe
ser perfectamente satisfactorio conocer de la vida de nuestro señor JESUCRISTO de principio a eternidad
(Por que EL nunca tuvo ni tendrá
fin), conocer la ley de Dios y la historia bíblica en todos sus aspectos, sin
duda, aunque no debemos olvidar que nunca sabremos lo suficiente.
1
Corintios 8:2.- Si alguien cree que conoce algo, todavía no lo conoce
como lo debe conocer.
Pero,
¿Para que utilizamos ese conocimiento?, ¿Para olvidar lo que es ser un niño
espiritual? ¿Para engrosar nuestra voz en el pulpito y hacer parecer que
estamos lejos del pecado?, ¿Para manipular al hermano que se inicia y no
conoce?, ¿Para mentir desviando la verdad?, ¿Para hacer creer que ya nada me
sorprende? Hoy en día veo mucho de eso y sin duda no quiero hacerlo así, me
niego a olvidar ESE SENTIMIENTO
INEXPLICABLE QUE ME HIZO ROMPER EN LLANTO y me trajo a los pies de JESUCRISTO, ese sentimiento que me
recuerda que soy un niño que se cae y su padre lo levanta. Me niego a decir un
día “A MI YA NO ME SORPRENDE LO QUE HACE
DIOS”. Quiero ser como un niño que nunca deja de asombrarse cuando su PADRE hace un milagro, asombrarme como
el niño que se queda atónito cuando ve al mago sacar al conejo del sombrero,
como el niño que viendo a su jugador favorito sonríe cuando este hace una
jugada asombrosa aunque parezca que nada nuevo podía hacer. Quiero ser el niño
espiritual que llora conmovido con el llanto del hermano y no como el adulto
que busca palabras de aflicción para hacer un show de ese llanto. Quiero ser el
niño que no ve en el dinero la prioridad de la iglesia, quiero ser el niño que
se une a un nuevo amiguito y no el adulto que pone fronteras a la iglesia, no
quiero ser de los adultos que parcelan el mismo cristianismo”
“SIN DUDA NO QUIERO OLVIDAR LO
QUE ES ESTAR AQUI DE LA MANO CON JESUCRISTO, NO QUIERO OLVIDAR LO QUE ME TRAJO
AQUÍ, NI OLVIDAR EL NIÑO QUE SOY”
Autor. Un niño (dice él) en la liga de la justicia
Nota
del bloguero: ¡Que tal! Y esto lo
escribió un niño….
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