Mateo 14:30.- Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: ¡Sálvame, Señor (JESUS)!
Es Diciembre. El mes de mayor
celebración en el año. Pero también el mes más cuestionado. Mes en donde se
medita, se reflexiona, se agradece, se lamenta, se recuerda. Y es porque la
navidad esta en medio. Nada hay más cuestionado que la navidad. Aun entre los
cristianos. Entre los más ortodoxos se cuestiona que es un mes netamente
comercial. Y es obvio. Porque se recibe una cantidad extra de dinero, en lo que
se llaman utilidades, bonificaciones de fin de año y que también son mal
llamados aguinaldos. Y los comerciantes sagaces emprenden su mejor estrategia
de ofertas para captar la mayor cantidad de dinero posible. Pero también
cuestionado porque se celebra mundialmente el nacimiento de JESUS, el CRISTO, el HIJO del DIOS VIVIENTE. Y la cuestión es en algunos, que si no nació en diciembre, en otros, que no importa, que lo importante
es que alguna vez nació. En otros, que porque se agarran de esta fecha para
distorsionar la verdadera religión, al meter a San Nicolás, el espíritu de la
navidad, los arbolitos, los adornos y tantas cosas como se puedan meter.
Pero también es un mes de buenos
deseos para el nuevo año, de gente con buen corazón. Y que se toman su tiempo
para enviar vía redes sociales (Que útiles son, cuando se usa para bien), lo
que sienten y desean para otros. Y todo es válido y todo es lícito, aunque no
todo nos convenga, o nos aproveche. El caso es que cada quien actúa como cree.
Porque es una cuestión de creencia, es una cuestión de fe. Y de la FE, es que se trata TODO.
JESUS dijo en:
Marcos 9:23.- Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
Si usted puede creer, si esta en
sus sentidos, en su razón creer, eso sucederá, eso pasara. Sencillo. Pero en
definitiva se basa en lo que crea. Y la fe muchas veces se sustenta en lo que
desea.
Y vivimos de deseos y es válido.
Pero hay que tener cuidado en lo que vamos a desear, porque potencia el creer.
Y les escribo a todos, pero en especial a los que saben que JESUS es el HIJO de DIOS, pero que
dudan en creer en lo que JESUS hizo
para convencernos de que era DIOS
encarnado y que tenía todo el poder para hacer lo que hizo y que lo mejor es
que EL puede seguir haciendo, pero
solo si podemos creer. Y les explico.
Hay personas que dudan de eventos
que aparecen en la biblia, que saben que es verdad, pero dudan de que hayan
sucedido porque les parece que es INCREIBLE.
Hay gente que les parece difícil convencerse de que el mar rojo se abrió para
dejar pasar al pueblo de Israel en su huida hacia el desierto. Que dudan, que
el Jordan se abrió tres veces. Que JESUS
ayuno 40 días. Que dudan que con unos pocos panes y unos pocos pececillos se
alimentaran 5000 y 4000 personas, pero que es más increíble que fueron
multiplicados de la mano de 12 hombres. Que dudan de la sanación de tanta gente,
ciegos, cojos, mudos, mujeres sangrantes. De la resurrección de Lázaro y hasta
de la resurrección de este JESUS que
dicen y saben que es el HIJO DE DIOS. Y como le dan lugar a la duda,
entonces se meten sus propias creencias. Y les sigo explicando. Estas personas,
creen que les va a ir mal, que no serán exitosos, que los asaltaran, que los
robaran, que los hijos no se graduaran, que mañana no tendrán pan, que en fin,
le sucederán todo lo malo que ven y escuchen, que leen (otra vez las redes
sociales, que útiles son, otra vez). Y se olvidad de algo. Que si creen en JESUS que es el HIJO de DIOS VIVIENTE,
serán salvos, estarán a salvo.
El verso inicial, menciona el
punto culminante de la historia, en la que JESUS
camino sobre las aguas. (Mateo 14:22-33),
en medio de una tormenta que azotaba una barca en la que iban los discípulos de
JESUS, temerosos, asustados,
desanimados y vieron a un fantasma que se identifico diciendo: ¡Tened
ánimo; YO SOY, no temáis! Y en la
que invito a Pedro a caminar también. Acción que emprendió y en la cual luego
de estar caminando sobre esas aguas tormentosas, le quito la vista a JESUS y
entro la duda y con ella entro el temor y por consiguiente se hundió en esas
aguas tempestuosas y profundas. Pero que inmediatamente, sintiendo que se
ahogaba, lanzo su petición desesperada, ¡JESUS
SÁLVAME! y como siempre pasa y siempre pasara, JESUS respondió y lo tomo de la mano y nuevamente lo salvo, lo
llevo a la barca y al estar en la barca, dice la biblia, en su verdad que las
aguas se calmaron.
Pero me siento triste porque hay personas,
perdón, hay “creyentes” que dudan que esta historia en realidad sucediera. Les
parece increíble. Y entonces pasan a creer en lo que ven que pasa a otros y que
les pueden pasar a ellos. Y tienen miedo, hay duda y al final lo que creen les
sucederá. Como a Job, el hombre más justo sobre la tierra que dijo en:
Job 3:25-26.- (BAD) Lo que más temía, me sobrevino; lo que más me asustaba, me sucedió. 26 No encuentro paz ni sosiego; no hallo reposo, sino sólo agitación.
Y es entonces que se hunden, y
como no creen, no gritan, ¡¡¡SALVAME SEÑOR!!! Y permanecen hundidos en el mar,
ahogándose en sus angustias, en sus afanes, en sus temores, en sus miedos, en
sus ansiedades, en sus escases, y viven agitados, desesperados, ahogados,
angustiados. Y cuando lo único que tienen y deben hacer es mirar a JESUS todo el tiempo, para que no permanezcan en el fondo del mar.
JESUS dijo:
Mateo 9:18-29.- Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
Y lo dijo después de sanar a la
mujer del flujo de sangre, solo por un toque de esta mujer de su manto
salvador. Después de revivir a la niña que solo dormía y después de sanar los
dos ciegos. Y todo esto porque solo creyeron que pasaría. Porque era lo que
deseaban en su corazón.
Una pregunta. ¿Que prefieren? ¿Qué
desean? Tomar la opción de creer que si pasaron todas estas cosas que están
escritas o la de permanecer hundidos en el mar de tempestades de la vida.
Yo por mi parte solo les deseo en
este mes como preámbulo del año que vine, como preámbulo del resto de sus vidas
para ustedes es que griten, ¡SEÑOR
JESUS! ¡SALVAME! Y luego siga caminando sobre las circunstanciales aguas de
la vida, ahora sí con la mirada y la mano tomada de ese maravilloso hombre
llamado JESUS, nuestro seguro,
certero y concluyente SALVADOR.
¡¡¡ALELUYA!!!
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