Tiempo de crisis, tiempo de desconfianza, de
inseguridad, de escasez, de egoísmo, de individualidad, de ambiciones, de
inmoralidad, de desenfreno, de angustia, de ansiedad, de stress, de
enfermedades incurables… Pareciera que se están juntando como dice la Biblia, todos
los males, todas las plagas de Egipto sobre nuestro país. Hay seguridad en el
hecho de que muchos se abran hecho la misma pregunta: ¿A dónde vamos a parar?,
¿Qué va a pasar?.... Por la redes sociales está circulando un sin número de
información que no son permitidas en la
radio, en la televisión, y mucho menos en la prensa escrita. Muchos quieren y
reclaman el surgimiento de un líder que de
una manera u otra organice una salida a todo lo que está aconteciendo,
para unos muy grave y desesperante, para otros sin importancia y más bien,
vista como una revelación sin sentido. Definitivamente Venezuela no es la misma
de hace años atrás. Duele mucho ver que se ha llegado al extremo de luchar,
muchas veces de forma agresiva la adquisición de alimentos, de enseres y de
cualquier cosa que pueda necesitarse en casa. Duele ver de qué manera nos
agredimos por el hecho de pensar distinto o diferente, duele ver como muchos
son perseguidos por el hecho de comulgar con preceptos distintos o simplemente
no estar de acuerdo. Duele ver que nuestros hijos están viendo y viviendo
ejemplos de los adultos que en nada les edifica y que por el contrario, seremos
responsables de la conducta que ellos asuman producto de lo que hoy ven.
Hemos querido encontrar la solución, o la salida a
la problemática social que vivimos, en un hombre, pero la experiencia nos ha
demostrado que esto no es posible. Hemos querido encontrar la solución en
adivinos y videntes que nos digan que va a pasar para saber a qué atenernos,
hemos querido en nuestras propias fuerzas, protestando, encontrar la forma de alcanzar
lo que necesitamos… Y nada de esto ha resultado. Me pregunto… ¿Por qué no
queremos darnos cuenta que el único que puede, porque es Omnipotente, darnos la
salida a todo lo que nos angustia se llama JESUCRISTO?
¿Qué tan difícil es creer que DIOS
es el único que es capaz de rescatarnos de todos esos males que hoy nos aquejan?
Es tan clara su palabra cuando dice:
2 Crónicas 7:14.- Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Hay algo muy cierto, en el afán de vivir nos hemos
olvidado de DIOS, hemos puesto la
mirada en los hombres, esperando soluciones que nunca llegan, somos
responsables de lo que sucede. El llamado “pueblo de DIOS” es responsable de lo que pasa. ¿Y de qué manera?... Hemos
tomado una posición de confort donde, desde nuestra creencia de que
pertenecemos al cuerpo de CRISTO ya
nada nos puede alcanzar, nada nos puede afectar; ya sea porque cumplimos con un compromiso en
la iglesia o porque alguien nos encomendó una tarea que en ningún momento ha
sido confirmada por DIOS. Nos hemos
encerrado en las paredes del templo olvidándonos de la instrucción clara y
precisa que dio JESUCRISTO al partir
de esta tierra, en:
Mateo 28:19.-Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Tenemos iglesias con
congregaciones bien numerosas, pero que lamentablemente albergan almas
cautivas, conciencias cauterizadas, almas obesas que solo consumen Palabra pero
que no la aplican…. Sé que existe dureza en estas palabras pero también sé, que
se pueden retener. Hemos perdido la esencia de la tarea a la que fuimos
llamados según Mateo 28:19. Nos
hemos dejado llevar por la dirección de hombres cuando es el ESPIRITU SANTO el que debe guiarnos. Es
DIOS quien debe confirmarnos cuando
estamos haciendo algo que creemos es nuestra misión como CRISTIANOS.
Si realmente el CUERPO DE CRISTO hiciera el trabajo al
que fuimos llamado, matemáticamente, nuestra ciudad fuera totalmente cristiana….
Y no se está diciendo que los CRISTIANOS
convertimos a la gente, ¡No!... Si nos avocáramos a la tarea de predicar a CRISTO a nuestra familia, a nuestros
compañeros de trabajo, a nuestros vecinos, en nuestro entorno sin salirnos de
él, estoy segura que así fuera y porque así lo dice la Palabra de DIOS:
Isaías 55:11.- Así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié
Nos equivocamos al
esperar el momento adecuado, lo que DIOS
puso en nuestro corazón y hace falta que florezca el primer amor, ese que sentimos cuando empezamos a conocer de CRISTO, ese que nos hace sentir
compasión por los demás… Ese que nos mueve a ayudar a los demás. Es el tiempo
perfecto para dar a conocer a ese SALVADOR
que tanto necesitamos, el tiempo es corto y hay que actuar sin temor, sin
timidez, haciendo lo que debemos hacer: PREDICAR
A CRISTO. Hagamos la tarea con alegría a pesar de las circunstancias. JESUCRISTO es fiel en sus promesas, no
nos fallará.
En el momento menos esperado las
cosas tienen que comenzar a cambiar siempre y cuando seamos fieles en la tarea
encomendada. Amigos, es tiempo de sembrar, las condiciones están dadas, el
tiempo es perfecto, toma tu semilla (la Palabra de DIOS) y riégala… No te preocupes en cómo será recibida, cumple con
tu parte, con tu responsabilidad…. DIOS
SE ENCARGARA DEL RESTO.
¡Se bendición y disponte para
las añadiduras!
Autor: Volvió la heroína….
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