1 Juan 4:7-8.- Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de DIOS. Todo aquel que ama, es nacido de DIOS, y conoce a DIOS. El que no ama, no ha conocido a DIOS; porque DIOS es amor.
El amor es el punto central de la salvación. Los cristianos,
es decir los hijos de DIOS, deben
estar movidos fundamentalmente por el amor... Ama a DIOS, ama a JESUS, ama a
tu esposo, a tu esposa, a tus hijos, ama a tu hermano, ama a tu prójimo, ama hasta
a tu enemigo... Todas estas son frases y que junto a otras con variantes semánticas,
se repiten a lo largo y en lo profundo de la biblia. Inclusive es más
contundente, cuando finalmente en el capítulo 13 de 1 corintios, que describe como debe ser el amor, puntualiza como
una declaración definitiva lo siguiente:
“Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el AMOR”
Es normal el que los hijos de DIOS, Los que somos familias manifestemos el amor. La frase “Te amo”
debe salir con sinceridad del corazón de los hombres hacia otras personas,
porque si conocemos el verdadero amor de DIOS,
debemos amar sin fingimiento alguno. Pero lamentablemente, ante cualquier mínima
diferencia, ante cualquier equivocada percepción, ya no sentimos el amor por
nuestros hermanos. Cierto, decimos te amo, pero no lo mostramos, no lo
demostramos. Es triste saber que ante las diferencias, juzgamos, desechamos,
vilipendiamos... No buscamos al hermano que decimos amar cuando nos sentimos
ofendidos, no perdonamos de corazón cuando nos ofenden, no buscamos a ese prójimo
que decimos amar para arreglar y soportar nuestras diferencias.... Y sucede
entonces, que en vez de amar, pareciera que odiamos... y en vez de ser como
Abel, nos parecemos a Caín... No en vano dice que el que aborrece, el que no
ama a su hermano es homicida.
El verso 4 de ese
capítulo de 1 de Corintios (Versión DHH), dice que “tener
amor es saber soportar”...
Y allí está el detalle, el secreto no oculto, no sabemos, no
tenemos sabiduría. Toda la sabiduría viene de DIOS. Y si no sabemos es porque no hemos ido a la fuente, a la
mayor fuente de sabiduría... DIOS....
entonces ¿cómo conocemos el amor de DIOS?,
y sonara duro, pero, ¿como decimos que somos salvos? ¿Qué vamos al cielo?...
Si no hay amor, no hay cielo. Y sencillo... no hay salvación...
porque el amor, es el principio y el fin de todo.
Sé que es duro, cuando nos ofenden, cuando nos ignoran,
cuando nos desprecian, pero mostrar amor en esas condiciones extremas, es lo
meritorio... “Porque si amas solamente al que te
ama, ¿qué merito hay allí?”... Es amando sin medida, es perdonar aun
cuando no nos pidan perdón, es olvidando para seguir viviendo sin amargura, es
dando sin esperar recibir, es amando al otro que podemos esperar que nos amen
igual... es amando que demostramos que conocemos a DIOS... y si perseveramos en hacer la voluntad, la vida será mejor.
Una amiga me envió esta frase... “Hacer la voluntad de DIOS, no es fácil. Pero si hacemos la
voluntad de DIOS la vida es más fácil”.
Es más fácil vivir perdonando y ser perdonado... Es más fácil
vivir soportando y ser soportado... Es lo mejor, vivir amando y saber que somos
amados... Practíquelo, impóngaselo como doctrina y como practica de vida y
entonces tendremos el mejor amor, el de DIOS.
Autor: Alguien que aprendió a amar... y no de muy buenas maneras,
pero al final, igual aprendió...