Filipenses 1:9-11.- Pido en mi oración que su amor siga creciendo más y más todavía, y que DIOS les dé sabiduría y entendimiento, para que sepan escoger siempre lo mejor. Así podrán vivir una vida limpia, y avanzar sin tropiezos hasta el día en que CRISTO vuelva; pues ustedes presentarán una abundante cosecha de buenas acciones gracias a Jesucristo, para honra y gloria de DIOS.
El pasado fin de semana, tuve la oportunidad de ver la
película “los juegos del hambre”. Película futurista, muy afamada y que lanzo
al estrellato a su protagonista principal. De antemano, conocía algo de su
trama y reconozco que desde el momento de ser expuesta hace un par de años, aun
siendo yo un amante del cine, eso sí, cuando tengo el tiempo, no atraía mi
atención. Pero tuve la oportunidad. Y vaya que me dio una gran enseñanza. Porque
así esta una gran parte de la raza humana. La película trata en si sobre la
lucha que tienen 24 jóvenes por sobrevivir, en medio de una decadente y
dividida sociedad y que para lograrlo tienen que matarse entre ellos. Y todo
para darle el narciso gusto a una población en la que el ocio, exige una
competencia de este tipo y que cuyo valor o eje central, es la no importancia
de la vida de los demás. Pero lo absurdo de la trama es que insertan, en medio
de esta matanza, una frágil historia de amor para darle mayor y desviado
interés a lo que yo creo es una distorsión de la vida.... En conclusión y muy
resumido, se basa en matarse unos a otros para al final quedar dos vencedores
que serían reconocidos como una especie de héroes bizarros. Lo más sorprendente
es que, con esta trama, se convirtió en un éxito de taquilla; y creo que hasta
ahora va a tener una saga de tres películas más.
Reconozco que me impresiono, no por la calidad del guion
sino por el sentimiento confrontista que me origino, porque así está el mundo...
porque en definitiva son pocos los que realmente ven por otros, los que se
entregan por otros... Y aunque en la película hay ejemplos de entrega fraternal,
son muchas más, las muestras de individualismo que las de colectivismo.... Me
confronto porque así somos algunos titulados como cristianos...... y esto es un
llamado de atención...
Los tiempos de hoy, se caracterizan por el desborde de la
tecnología, que entre muchos beneficios tiene, el que no hay excusa para no
adquirir un conocimiento. Las múltiples e infinitas variantes a las que se
pueden accesar, nos permiten conocer prácticamente todo... Con lo que no hay
excusa para el creyente a la hora de saber lo que es bueno, lo que se debe
hacer... Porque hay un mandato. Dice la escritura “Hagan
lo bueno”... “Escojan siempre lo mejor, en la sabiduría y el entendimiento que
DIOS nos da”... Con lo que si no se hace, va en contra de lo que DIOS quiere... Hay que hacer lo bueno.
Porque para que decir “Yo soy cristiano”, si no hacemos nada. Solo para convencernos
de que si vamos a ir al cielo... No... No... y No...
Decimos “Soy cristiano” nada más para decir que “soy salvo”.
Cuando definitivamente el ser cristiano nos debe llevar siempre a realizar algo
“bueno” por los demás... Empezando por el hecho de decirles a los demás que
hacer para ser salvo. Que no niego que
muchos lo hacen, pero que muchas veces ese esfuerzo de algunos se pierde por el
poco y casi inexistente esfuerzo de otros que no hacen, que no muestran lo
cristiano que pueden ser...
Y yo me apego a eso. Porque muchos conocen y saben que deben
hacer lo bueno que dice la escritura, pero lamentablemente no lo hacen. Perdón
voy a incluirme... pero no lo hacemos.
Soy cristiano, pero no perdono. Soy cristiano, pero rechazo
a la gente, solo acepto y “amo” a los que me caen bien, a los que creo que son
como yo quiero que sean. Soy cristiano pero no doy de comer a nadie. Soy
cristiano pero contiendo. Soy cristiano pero juzgo, murmuro, no me congrego, no
oro, no leo, ni medito las escrituras. Soy cristiano pero no soy manso, ni
paciente, ni aplico la misericordia. Soy cristiano, pero no ejercito los dones
que Dios me dio para glorificar su nombre en el servicio a su obra. Soy
cristiano, pero no estoy dispuesto a toda buena obra. A algunas si, pero no a
todas... Soy cristiano, pero no hablo de JESUS.
Y me pregunto... ¿Para qué, soy cristiano? Solo para decirme
a mí mismo, que si puedo ir a al cielo y que en algún momento, cuando transite
todo el proceso, del camino hacia la santidad, lograre, ahora sí, hacer algo
por los demás... Que cuando supere esa ruta, después de 5, 10, 15, 20 y mas
años, entonces hablare, ayudare, olvidare, alimentare... perdonare....
Y mientras tanto, estaremos como los protagonistas de los
juegos del hambre, matare por sobrevivir, y con esto darles ratos de ocio
disfrazados de entretenimiento a otros... Mientras tanto no hago lo bueno... no
escojo lo mejor, no voy cosechando frutos, que también son buenas acciones, para presentarlos el día que nos veamos cara
a cara con JESUS... Cuando debo
decir, “Soy cristiano porque pienso,
actuó, camino, me entrego y hablo como
aquel que murió en la cruz”. Me pregunto, ¿Qué mostramos?..
Autor: El mismo de hace dos años, más comprometido, mas entregado a esto...