Proverbios 24:10.- “Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza”.
Las versiones más recientes de la biblia traducen este versículo del hebreo con el siguiente sentido: “Si pierdes el ánimo en tiempos difíciles, es porque tu fuerza es pequeña”. Lo cierto es que en algún momento de su vida todos los creyentes sufrirán angustia y aflicción. Cuando sufren, los creyentes deben estar firmes en el Señor, acudir a Él como su refugio e invocarlo, confiados en que es cierta su promesa de que nunca los desamparará. A quienes fielmente confían en Él, Dios les da suficiente fortaleza y gracia para soportar los tiempos difíciles.
Job, después de su desgracia, le dice a Dios:
Job 6:8-10.- “¡Ah, si Dios me concediera lo que pido!, ¡Si Dios me otorgara lo que anhelo!, ¡Ah, si Dios se decidiera a destrozarme por completo, a descargar su mano sobre mi y aniquilarme! Aun así me quedaría este consuelo, esta alegría en medio de mi implacable dolor: ¡el no haber negado las palabras del Dios santo!”
En el libro de Santiago, Él nos muestra que actitud debemos tener frente a las pruebas:
Santiago 1:2-8.- “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su Fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. Si alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y Él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Pero que pida con Fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; el indeciso es inconstante en todo lo que hace”.
Las pruebas se refieren a las persecuciones y a las aflicciones causadas por el mundo o Satanás. El creyente debe enfrentar estas pruebas con gozo, porque ellas desarrollarán Fe perseverante, entereza de carácter y esperanza madura. La Fe solo puede alcanzar su plena madurez cuando se enfrenta a dificultades y oposición. Santiago les llama a esas adversidades “pruebas de tu Fe”. Algunas veces las pruebas llegan a la vida de los creyentes para que Dios pueda comprobar la sinceridad de su Fe. La Biblia no enseña en ninguna parte que las dificultades de la vida sean siempre señal de que Dios está disgustado con sus hijos. Puede ser una señal de que El Señor reconoce su constante dedicación y consagración a Él.
Autor: Anibal
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